Los mensajes de texto de Jorge Moragas, jefe del gabinete del presidente, a Victoria Álvarez generaron un gran revuelo en los círculos de poder, especialmente dentro del PP. Pero el Gobierno, oficialmente, quiso mantenerse al margen porque "no comenta comunicaciones privadas que se han hecho públicas".
Soraya Sáenz de Santamaría, en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, se mantuvo al margen en todo momento. "Respetamos los procedimientos administrativos y judiciales" pero "no podemos comentar comunicaciones privadas entre ciudadanos", insistió preguntada por la cuestión.
Moragas es de la máxima confianza de Mariano Rajoy y está muy implicado en la cuestión catalana. Este viernes, en privado prácticamente todo el mundo hablaba de sus SMS. De ellos se desprende que pidió a Álvarez, la ex de Jordi Pujol Ferrusola, que sacara a la luz el presunto caso de corrupción.