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Aznar y la dirección del PP chocan en el discurso y ni se ven en Barcelona

Aznar y la dirección del PP se cruzaron mensajes en Barcelona. Pese a la proximidad, no coincidieron. Pidió una "acción muy clara" ante Mas.

Aznar y la dirección del PP se cruzaron mensajes en Barcelona. Pese a la proximidad, no coincidieron. Pidió una "acción muy clara" ante Mas.
La plana mayor del PP por un lado y José María Aznar por otro este viernes en Barcelona | PP / EFE

José María Aznar y la dirección del PP volvieron a marcar distancias. No sólo porque el expresidente participaba en un foro empresarial en el mismo puerto de Barcelona en el que los populares han instalado su cuartel general durante dos días. También por los discursos. "La hiperregulación, en lugar de eliminar la corrupción puede alimentarla", alertó el expresidente sólo un día después de que Mariano Rajoy, en un contexto muy difícil por la marcha forzada de Ana Mato, anunciara un nuevo paquete de medidas contra esta lacra. También pidió firmeza ante los secesionistas.

Así, no sólo es que Aznar -que es presidente de honor del partido- y Génova no trataran de cuadrar agendas para que éste pudiera participar en el foro, en el que por cierto sí asistió Ana Botella con un discurso muy contundente contra Artur Mas. Es que las palabras del expresidente resonaron por los pasillos del cónclave y se interpretaron como un toque de atención al hoy jefe del Ejecutivo.

Partiendo de la base de que la corrupción "siempre menoscaba la democracia y debe ser atajada decididamente en cualquier circunstancia", Aznar avisó sobre la hiperregulación. Esto es, sobre un excesivo control de la vida pública que puede provocar que los mejores no quieran dedicarse al quehacer político. "Si usted hace prácticamente imposible que una persona inteligente pueda dedicarse a la política, entonces está favoreciendo la corrupción", insistió.

Mato 'desaparece' de la vida del PP

Casi en paralelo, el PP defendía la nueva oleada de medidas del Ejecutivo -en voz de Carlos Floriano y varios alcaldes invitados-. Desde la mesa del Consejo de Ministros, Soraya Sáenz de Santamaría aseguraba que los cambios se llevarán a cabo con o sin el apoyo de la oposición. "No se puede decir en la misma frase que llegan tarde y que les esperemos más. Hemos estado esperando todos estos meses porque creíamos en su voluntad de consenso", se quejó. Nadie citó a Mato, dimitida sólo dos días antes y durante años con un importante poder en Génova.

Mientras, Aznar, sin citar a nadie, daba su opinión ante líderes empresariales españoles y brasileños. A su juicio, una regulación excesiva hará "prácticamente imposible" el ejercicio político y se dará el riesgo de que el país se ponga "en malas manos" y haya "unas muy duras consecuencias". Puso como ejemplo que no se puedan compatibilizar responsabilidades o las donaciones, que ahora se quieren limitar. "Si los partidos no pueden recibir casi financiación pública ni privada, ¿de qué quiere que vivan?", dijo.

"Atención porque las olas de populismo que buscan que existan arcángeles en la vida pública en lugar de seres humanos con todas sus imperfecciones, puede traer más problemas que ventajas", añadió el expresidente mientras los suyos se reunían a poca distancia de él. Hubo un almuerzo de la cúpula, pero Aznar no estuvo presente.

Contundencia contra Mas

La respuesta a la amenaza de ruptura también fue analizada por Aznar. Y también hubo contradicción con el discurso oficial del PP. A pocas horas de que María Dolores de Cospedal evitara el choque directo con Mas y se centrara en enarbolar la bandera de todos, el expresidente exigió contundencia. "O hay continuidad histórica o hay ruptura, y cuando se lleva la política a estos límites, la acción debe ser muy clara", sostuvo sin titubeos. Y remató: "quién utiliza las instituciones no para respetar la Constitución y sí para vulnerarla no sólo comerte un error político, comete una grave deslealtad. Pone en peligro las bases fundamentales de la convivencia entre españoles".

Un diagnóstico en vísperas de que Rajoy haga su primer discurso en Cataluña desde el 9N. Y en el que, según fuentes gubernamentales, transmitirá un mensaje "en positivo" sobre la unidad de España siempre teniendo en cuenta "la ley es la ley y el Gobierno siempre defenderá la unidad nacional". "Lo fácil hubiera sido renunciar a nuestro compromiso después del 9N, caer en esa provocación. Algunos buscaban y buscan que caigamos en esa provocación", en palabras de Cospedal, que se comprometió a seguir auxiliando económicamente a la Generalidad.

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