El último escándalo de Caja Madrid ha hecho levantar la voz en el Partido Socialista donde presumen de que, en esta ocasión, no hay ningún socialista implicado. En rueda de prensa en Ferraz, la secretaria ejecutiva de Empleo, Luz Rodríguez, evitó asumir responsabilidades por la falta de controles del Banco de España, gobernado entonces por el socialista Miguel Ángel Fernández Ordóñez, nombrado durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, ya que las informaciones que relata el informe del FROB datan de los años entre 2007 y 2010.
"La principal muestra de autocrítica es cuando detectamos que había personas que estaban implicadas en las tarjetas de la vergüenza, y fueron automaticamente expulsadas del PSOE", respondió Rodríguez.
"Todas las personas implicadas, ninguna de ellas es socialista, ni ninguna de ellas fue nombrada por el PSOE. Esto dice muy bien de que lado cae la responsabilidad política", aseguró contundente Rodríguez quien fue más allá al apuntar a la filiación política de estas corruptelas: "todos los directivos afectados fueron nombrados por Blesa, y Blesa fue nombrado por ser amigo del anterior presidente del gobierno y del PP", José María Aznar. "La afiliación política de este escándalo es del PP".
A la pregunta de Libertad Digital, la dirigente socialista pidió además contundencia judicial para los receptores de estos "sueldos irregulares". "Que se depuren todas las responsabilidades en vía penal y que caiga todo el peso de la ley sobre quien tenga que caer".
Con el Congreso de los Diputados cerrado por vacaciones hasta el mes de febrero, los socialistas no se plantean, de momento, presentar ninguna iniciativa parlamentaria para exigir responsabilidades políticas, como la comisión de investigación de Caja Madrid que ya fue rechazada por el PP en la Junta de Portavoces a petición de PSOE e IU.