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Kant, Cervantes...

Gabilondo transforma su primer mitin en un aula

"¡Viva la gramática!", exclama en un abarrotado auditorio que ha descubierto "una nueva forma de hacer mitines: diciendo cosas".

"¡Viva la gramática!", exclama en un abarrotado auditorio que ha descubierto "una nueva forma de hacer mitines: diciendo cosas".
Ángel Gabilondo saluda a Pedro Zerolo | Efe

"Una nueva forma de hacer mitines: diciendo cosas". Las palabras de una veterana y exultante militante del PSM resumen a la perfección el primer gran mitin electoral del candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo. Citando a Immanuel Kant, a Miguel de Cervantes y llegando a exclamar en un momento de su intervención "¡Viva la gramática!", Gabilondo dejó desconcertado a un auditorio de 1500 personas que esperaban el griterío simplón del tradicional tono mitinero.

No es ningún secreto que con la elección de Gabilondo, el PSOE pretende emular al 'viejo profesor', Enrique Tierno Galván, pero el tono reposado y reflexivo de un candidato que hacía bandera de la "serenidad" y de "no descalificar" a nadie, dejó desconcertado al público presente que no sabía 'cuándo se aplaude aquí'.

Sin frases redondas, ni golpes de efecto, ni titulares elaborados, pero si fondo, citas y literatura. "Si se me permite una cita... perdón, sólo una. Es de Kant. Cosas de Kant...", comenzaba Gabilondo entre las risas expectantes de los presentes. "Desde la convicción de que, abro comillas, ‘la honradez es la mejor política’, cierro comillas". Fue la única ovación redonda, cerrada y prolongada que se llevó Gabilondo en el Pabellón de la Fundación ONCE en Madrid, coronada por un "¡presidente presidente", que pareció darle vértigo al candidato: "A ver si os tengo que recordar que eso lleva sus trámites".

Tras asegurarle a esa militancia que "yo lo que quiero ser de mayor es profesor", terminó su intervención diciéndoles: "No les voy a hacer una pregunta para el examen pero si les pondré en una tesitura: ¿Cuál es la última palabra del Quijote de Cervantes?".El auditorio, ojiplático. Pero antes de que la risa nerviosa de quien no se sabe la respuesta se convirtiera era una cascada de acertijos, Gabilondo respondía: "Es la palabra: vale". Un 'vale' que explicó con el "saludo casi de gladiadores" que "no queremos matar sino encontrar espacios para vivir, encontrar fuerza y valor para que estemos a la altura". Y terminó, en alto, y con agrado del público: "Muchas gracias y vale".

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