Mariano Rajoy desvela sus cartas. Pretende que el Partido Popular de Madrid recupere el modelo anterior a la etapa de Esperanza Aguirre, cuando Pío García-Escudero -hoy presidente del Senado- dirigía la estructura regional mientras Alberto Ruiz Gallardón estaba en la comunidad y José María Álvarez del Manzano en el consistorio. En otras palabras, descarta también que Cristina Cifuentes se haga con las riendas.
"Teníamos una tradición: una cosa era la comunidad, otra el ayuntamiento y otra la jefatura del partido", destacó el jefe del Gobierno en Onda Cero. Una batalla interna que llegará tras las elecciones de mayo, cuando la dirección nacional tratará de recuperar influencia en la "isla" de Madrid. Si Esperanza Aguirre no gana, ya ha avisado que no descarta presentarse a la reelección y, si consigue ser alcaldesa, su entorno precisa que "peleará" para que "el PP de Madrid siga siendo el mismo de siempre".
En todo caso, el propio Rajoy destacó que "lo importante ahora" es ganar los comicios, y tanto Aguirre como Cifuentes tienen "ganas, garra, determinación y coraje". "Hacer las listas es probablemente una de las cosas más difíciles que tiene que hacer un dirigente político. Siempre que se tiene que elegir entre personas es difícil", arguyó, pese a no avanzar cambio alguno en el sistema de elección de candidatos.
Por primera vez, el presidente se refirió expresamente a Ignacio González para elogiar su gestión en tiempos de crisis y aclaró que "quiere" que María Dolores de Cospedal siga siendo "mi secretaria general" hasta la celebración del congreso, retrasado hasta después de las elecciones generales.
Pactos tras las elecciones
Hacía tiempo que Rajoy no concedía una entrevista, a pesar de que el Gobierno prometió tras el verano que mejoraría su política de comunicación. Y, en su análisis de situación, proclamó que la "mayor amenaza" para la nación es "cambiar la política económica, que hay que seguir manteniendo porque se pueden llegar a los 20 millones de puestos de trabajo si se hacen las cosas bien".
Esa es su máxima, también de cara a hipotéticos pactos postelectorales. "En este momento no contemplo nada y lo contemplo todo" pero "si no se tiene mayoría hay que llegar a acuerdos", afirmó preguntado por el día después de la generales. "No tiene sentido hacer elucubraciones", pero avanzó que -en caso de tener que pactar- lo intentaría primero "con el otro gran partido de España". "Hay que buscar acuerdos con el PSOE", aclaró, por si a alguien le cupieran dudas. Esto es, a priori, rechaza una posible alianza con Ciudadanos en un momento en el que Pedro Sánchez parece coquetear con esta formación.
De hecho, desdeñó la opción que representa Albert Rivera, toda vez defendió a los "partidos consolidados" frente a los "proyectos de una sola persona" que "en tres meses parece algo importantísimo" pero después acaban cayendo. Un comentario que a sus ojos también vale para Pablo Iglesias, el líder de Podemos.
"Veremos qué dicen las matemáticas y cómo están las cosas. Lo importante es siempre que el que gane las elecciones tome la iniciativa y haga los esfuerzos para llegar a la mayoría", remató el presidente, que abogó por mantener el bipartidismo y recalcó que "en Andalucía el cambio político sólo" puede llegar a través del PP.