Menú

Los barones del PP se distancian de un Rajoy que evita la autocrítica

Moreno se declara "orgulloso" y Rajoy le refrenda en su puesto. Según Aguirre, "no ha sido capaz de superar el estigma de su nombramiento a dedo".

Moreno se declara "orgulloso" y Rajoy le refrenda en su puesto. Según Aguirre, "no ha sido capaz de superar el estigma de su nombramiento a dedo".

El líder parece cada día más alejado de su partido. En las horas posteriores al gran batacazo, la primera noticia fue las sillas vacías en el Comité Ejecutivo Nacional. "Falta muchísima gente", alertaba un integrante del órgano interno. Visto lo ocurrido en Andalucía, los mandatarios autonómicos han interiorizado que la "marca PP" es un obstáculo, y también el propio Mariano Rajoy. No es que haya una ruptura entre la Presidencia y las baronías, pero las ausencias confirman un distanciamiento que ya era un secreto a voces en determinadas plazas que se gobiernan.

La otra prueba de la lejanía quedó constatada con los discursos. El partido llegaba a la cita ansioso de autocrítica y de darle una vuelta "de forma urgente" a la estrategia electoral, principalmente respecto a Ciudadanos. Pero, cerradas las puertas a cámaras de televisión y fotógrafos, Carlos Floriano -el director de campaña- fue el primero en tomar la palabra para defender que en Andalucía las europeas fueron peor que las autonómicas -se han ganado 300.000 votos-, y que el PP se afianza en las capitales y, sobre todo, en la costa -referente de prosperidad económica-.

A ello se agarró Rajoy, que dio inicio a su intervención con un pormenorizado análisis de los datos electorales que le había cocinado Pedro Arriola, con cada vez más enemigos internos. "Hemos ganado respecto en las europeas", dijo en consonancia con Floriano. A su juicio, se constata un "desplazamiento a la izquierda" del Parlamento autonómico y mucha "volatilidad" en el voto con Ciudadanos y Podemos disparados en las provincias con gran participación. Pero el PP resiste el embiste y se mantiene como referente en la oposición, quiso insistir.

De hecho, apuntaló a Juan Manuel Moreno al frente de la estructura regional alejando cualquier posible fantasma. "El PP en Andalucía tiene un líder con progresión y futuro", zanjó, lo que a ojos de los asistentes fue un apoyo "total y absoluto" por si alguien pretendiera algún movimiento interno. Un respaldo no compartido por Esperanza Aguirre, aunque no lo explicitó a micrófono abierto en la reunión. Según dijo posteriormente enTelemadrid, " Moreno no ha sido capaz de superar el estigma de su nombramiento a dedo", y se deberían de asumir responsabilidades.

Moreno, que intervino antes del líder y después reunió a la Junta Directiva en Sevilla, dejó claro que piensa mantenerse en el puesto, e incluso sacó pecho de la campaña realizada. "Para ganar hay que perder y el PP será la primera fuerza política en Andalucía", aseguró ante sus colegas de partido. Así, pese a que "los resultados podían haber sido mejores", Moreno acuñó que "somos el partido de la costa" y "estamos creciendo", pese a que el PP se haya dejado 17 escaños con respecto a Javier Arenas -que este lunes tampoco habló- en 2012. Y proclamó que "el PSOE ha obtenido el peor resultado de su historia", por lo que la derrotada fue Susana Díaz.

En todo caso, pese a negar el descalabro, Rajoy quiso dibujar un muro infranqueable: una cosa es lo ocurrido el domingo y otra bien distinta los procesos electorales que están por venir. "Los resultados andaluces no son trasladables a ninguna otra elección", zanjó. Esto es, no se pueden sacar otras lecturas que no sean las relacionadas con la comunidad concreta, y de ahí que la dirección nacional busque desesperadamente pasar capítulo y poner el foco de atención en las elecciones de mayo. Y es que, según volvió augurar el presidente, el PP será la primera fuerza en esos comicios.

Dos ministros piden autocrítica

Un diagnóstico de situación que chocó con la imagen de desolación que transmitía la segunda planta de Génova13 -donde se reúne el Comité-, y que era muestra suficiente de los miedos en el PP tras el porrazo electoral andaluz. "El resultado es mucho peor del que podíamos esperar, un resultado infinitamente peor del que podíamos esperar. Ninguna alegría por tanto de lo que ha pasado", subrayó a primera hora José Manuel García Margallo, íntimo de Rajoy pero alejado de su diagnóstico postelectoral. Los datos "no son buenos", corroboró su compañero de gabinete José Manuel Soria.

En esa línea, Alicia Sánchez Camacho, con unas encuestas pésimas de cara a las elecciones de Cataluña, entraba a la sede nacional exigiendo más "autocrítica", una explicación "mejor" y trabajar "duro", aunque después optó por guardar silencio en la reunión. Ningún líder regional asistente tomó la palabra, aunque los más poderosos no asistieron. En privado, altos cargos insisten en que "tenemos que hacer algo y de manera urgente". Este diario avanzó la misma noche electoral que un sector del partido pedía a Rajoy que "reaccionara", pero de momento la hoja de ruta se mantiene.

En el turno de réplica, sólo llamó la atención el ataque de Celia Villaloboscontra Ciudadanos, sobre el que intentó sembrar dudas. "En Andalucía, habría que ponerle pañales", destacó después de preguntarse de dónde han sacado el dinero para la campaña siendo "un producto de los medios". Rajoy, sin especificar a qué se refería, le contestó que estaba de acuerdo.

Floriano da la cara por Rajoy

¿Queda tocado el presidente del Gobierno?, le preguntaron a Floriano en rueda de prensa, que volvió a sustituir a María Dolores de Cospedal -la gran ausente- ante los medios. "La posición que tenemos es que somos la única alternativa en Andalucía", insistió el número tres, que de nuevo tuvo que capear una comparecencia muy difícil. Sí reconoció que algunos de sus otrora votantes "se han ido a la abstención o han votado a otras formaciones. Esto es, principalmente a Ciudadanos, pero también a Podemos.

Ahora, Rajoy intenta pasar página y lo hace amparándose, una vez más, en la recuperación económica. Así lo hizo de puertas para adentro, y lo explicitó Floriano públicamente: "Hay que seguir trabajando en la misma dirección, es la esencia y el ADN del PP". Según deslizó, el presidente -que se implicó al 100% en las andaluzas- tendrá una gran presencia en la campaña de las elecciones de mayo. Pero quienes estuvieron en la reunión, admitieron la "soledad". Y, escuchado al presidente, no vieron cambios sustanciales en su discurso y, menos aún, autocrítica.

Temas

En España

    0
    comentarios