No lo dijo una vez sino dos y llamó la atención fundamentalmente en su propia bancada. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se saltó este miércoles la doctrina gubernamental y pronunció la palabra prohibida: "este Gobierno ha hecho una amnistía fiscal aplicando la Ley y ha hecho una amnistía fiscal muy diferente de las dos que hicieron los gobiernos del PSOE".
Un error que no sentó nada bien entre los suyos, quienes, paradógicamente, fueron quienes salieron a replicar a la número dos del Gobierno en los pasillos del Congreso, en lugar de los representantes socialistas. El ministro de hacienda, Cristóbal Montoro, explicó que "amnistiar significar perdonar y no se ha perdonado a nadie. Se ha regularizado. Las anteriores fueron amnistías en el sentido de que se perdonaba todo y no se investigaba nada".
Añadió que "ahora, como estamos viendo, se investiga y se ha tributado por esa regularización, y además se conoce quién se ha acogido a esa regularización. Ahora se están haciendo las cosas como hay que hacerlas Y eso es lo que esta dando lugar a que la sociedad española compruebe que las instituciones funcionan con independencia de a quién afecte positiva o negativamente".
En la misma línea, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, intentó disculpar el error por tratarse de "un intento de tener un lenguaje claro que se acerque a los ciudadanos", aunque "técnicamente no es una amnistía porque no lleva consigo ninguna exención de la responsabilidad penal". Y acuñó el titular de Justicia un nuevo término: "es una declaración fiscal complementaria".
El portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, fue un paso más allá y culpó del lapsus de la portavoz del Gobierno a los periodistas: "No, es que como están ustedes diciéndolo todo el rato, contagian a todo el mundo con su lenguaje". "Yo lo llamo regularización fiscal. Y ustedes lo pueden llamar como quieran. Llevan llamándolo de una forma mucho tiempo. Yo lo llamo como aparece en el texto legal".