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Temor en Moncloa a que Aznar "regañe" a Rajoy en plena campaña

La incertidumbre crece en el PP a una semana del inicio de la campaña. Barones transmiten en privado que "la cosa está difícil".

La sensación de incertidumbre, salvo en unas pocas plazas electorales –como, por ejemplo, La Rioja-, es total. Ni los candidatos ni sus asesores esconden que se enfrentan a unas elecciones cruciales en las que nada está asegurado. "Las encuestas hoy sirven de poco, salvo para tener claro que las mayorías absolutas son cosa del pasado", en voz de un líder autonómico. "Quiero que pase ya, cuanto antes, que llegue el 24 de mayo y salgamos de dudas", añadía un alto cargo de Génova, corroborando el alto nivel de nerviosismo.

A sus barones, Mariano Rajoy está transmitiendo que el PP será la fuerza política más votada en los comicios locales y autonómicos. "Vamos a ganar las elecciones", suele repetir en público y en privado. Pero los candidatos, la inmensa mayoría de ellos en el poder, explican que la clave no es ganar sino mantenerse en las instituciones. Aunque, para ello, haya que llegar a acuerdos con Ciudadanos, y no todos están seguros de conseguirlo. El valenciano Alberto Fabra o el balear José Ramón Bauzá, que han despachado en fechas recientes con el presidente, le han transmitido que "la cosa está difícil".

En este contexto, los miedos regresaron ante el estallido del escándalo de Alfonso Rus, conocido por todos en el partido. De nuevo la corrupción, otra vez el PP de Valencia en entredicho. Con el plácet de Rajoy, Fabra fulminó en pleno puente de mayo a quien hasta hacía unos pocos días era calificado como el "todopoderoso" presidente de la Diputación de Valencia y alcalde de Xátiva; el que no callaba en los mítines con el presidente pese a que le subían la música y conseguía llenar de simpatizantes traídos de toda la provincia el coso taurino de la ciudad del Turia.

En Génova, se defendió la rapidez de Fabra, apartando a Rus de sus responsabilidades en el partido y utilizando palabras muy gruesas contra él. Pero en el PP no hay quienes lamentan que "no se hubiera limpiado antes", y no de forma apresurada en víspera de que este martes Rajoy llegue a Valencia. "Lo de Rus se sabía desde hacía mucho. Llevaba mucho tiempo en los periódicos y Fabra no tuvo el empaque para echarle", según un cargo valenciano. Cabe recordar que el todavía responsable de la Diputación –que dice no va a abandonar- lideró la corriente que pedía a la dirección nacional otro candidato a la comunidad que no fuera Fabra.

Los líderes regionales opinan que un mal resultado volverá a generar una enorme inestabilidad interna. Pero, ¿qué es un mal resultado? Depende de a quién se le pregunte, la respuesta varía. Para Rajoy, las elecciones quedarán salvadas si, como augura, el PP es el partido ganador. Pero, para algunos barones y diputados, volverá "la tormenta" si no se consigue gobernar en Castilla-La Mancha -y para ello, en principio, se necesita mayoría absoluta-, Valencia, Islas Baleares o Madrid. "Para cualquier partido, obtener los resultados que se pronostican al PP serian magníficos pero para nosotros son una catástrofe", muestran su frustración en Moncloa.

Según el extremeño José Antonio Monago, Soraya Sáenz de Santamaría es un valor "seguro" ante cualquier desafío, también interno. Y, en la última semana, ha sonado mucho el nombre de Alfonso Alonso, muy próximo a la vicepresidenta y enemistado con María Dolores de Cospedal, la secretaria general del PP. Siempre en la terna de futuribles, Alberto Núñez Feijóo regresó este lunes a Madrid –tras el vacío que le hizo la dirección hace unos días- para presentar en un desayuno informativo precisamente a Monago. Esperanza Aguirre, para enfado del entorno de Rajoy, completa el tándem.

Sea como fuere, el presidente está diciendo a los cuatro vientos que el 24M no será un obstáculo para que él sea candidato a la Moncloa. Aunque, por si acaso, ha optado por echarse la campaña a sus hombros y tener hasta dos y tres mítines diarios en campaña. Algo prácticamente inaudito, más aun teniendo en cuenta que es el jefe del Gobierno. Se hará acompañar de un nuevo vídeo, que este lunes presentó formalmente Carlos Floriano pese a que se lleva proyectando desde hace algunos días en actos del partido. "Hoy todo el mundo habla de cambios, de nuevas ideas, de experimentos, y el simple hecho de ser joven ya es un punto a favor. ¿Y qué hay de la experiencia?", se escucha, siendo un señor mayor el protagonista del spot preelectoral.

El líder del PP se centrará en la economía y en la crítica a Ciudadanos, por ese orden. Mientras, en paralelo, los candidatos autonómicos y locales tratarán de sacar pecho de su gestión. Si bien, falta por saber el perfil que tomará José María Aznar, con cinco mítines programados. No coincidirá con Rajoy, pero la expectación es enorme. También el miedo a que vaya a regañar a Rajoy, como hizo en el último gran cónclave del partido. "¿Dónde está el PP?", preguntó entonces con el presidente en primera fila, lo que generó un enorme enfado en Moncloa. "Nadie sabe con exactitud lo que dirá Aznar. Una cosa es lo que haga y otra lo que nos gustaría", resumen en la cúpula.

"La sensación es de mucho nerviosismo. Más que nunca", concluyen en Génova, con la caravana electoral ya diseñada. Se agarran a que todo el mundo, desde altos cargos a concejales, echarán el resto: "Por primera vez, se juegan seriamente el salario".

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