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Malestar en Ferraz y en los susanistas por el debate 'nacional' de Susana Díaz

Critican que la presidenta abra un debate electoral tras haber apoyado el programa marco del 24M en el que no figuran propuestas.

Critican que la presidenta abra un debate electoral tras haber apoyado el programa marco del 24M en el que no figuran propuestas.
Susana Díaz en el debate | EFE

El nuevo malestar de la dirección federal radica nuevamente en las reticencias que hay con las aspiraciones nacionales de Susana Díaz, o en sus intentos por poner otra vez palos en la rueda. Entiende Ferraz que la presidenta andaluza "abre un debate nacional y se adelanta a Pedro Sánchez al fijar postura" sobre la segunda vuelta en la Ley Electoral. "La línea nacional del PSOE la fija el secretario general del PSOE", dicen en Ferraz, y no una presidenta cuya "debilidad es manifiesta" porque todavía no ha sido investida.

Explican que esta reforma tendrá que hacerse con un amplio consenso en la próxima legislatura y el interlocutor del pacto con el resto de formaciones será el secretario general del PSOE, y no un barón autonómico. Y recuerdan que "Susana Díaz aprobó junto al resto de los socialistas el programa marco" de las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo, en el que no figura propuesta alguna sobre la Ley Electoral.

Un programa que se limita a proponer la reforma de Ley Electoral, que vienen defendiendo los socialistas desde la conferencia política de 2011 -de la que Pedro Sánchez fue el coordinador-, en el sentido de "desbloquear las listas electorales y hacer obligatorios los debates entre candidatos en campaña electoral". Lo mismo que defendió este miércoles el líder del PSOE, Pedro Sánchez, desde Canarias, quien fijó el marco en esta propuesta obviando la propuesta de Díaz.

"Una reforma de la ley electoral que haga lo siguiente: 1. un sistema más abiertos con listas desbloqueadas para que los ciudadanos elijan a los candidatos e, incluso, el orden de los candidatos que integran la lista; 2. ejemplaridad: no aforamientos para cuestiones de índole privado, limitación de mandatos... y 3. que la Agencia Tributaria expida un certificado antes y después de la legislatura" para garantizar que nadie se enriquezca en su actividad como parlamentario.

Sin embargo, la dirección acepta de facto ir a rebufo de la baronesa y acepta ya segunda vuelta para las municipales, pero no para las autonómicas. Posición que ya defiende la secretaria ejecutiva, Adriana Lastra, y hasta el número dos del PSOE, César Luena, secretario de Organización del partido, quien, de momento, sólo hablar de "estudiar" la propuesta de Díaz y "consensuar" entre todas las federaciones.

También, los susanistas

Pero no sólo hay malestar en la dirección sino también en aquellos candidatos autonómicos a quienes perjudicaría la segunda vuelta. Sólo así se explica que el barón más próximo a Susana Díaz, Ximo Puig, discrepe esta vez con ella. "Los cambios en los códigos de funcionamiento en general no pueden provocarse en situaciones coyunturales", dijo el líder valenciano en un desayuno informativo en Madrid, donde dio a entender la inadecuada premura de la baronesa sobre un debate inevitable: "Creo que es importante que haya una reflexión en la Ley Electoral, pero que tiene que afectar a muchas cosas".

Y que el principal promotor de Susana Díaz, el ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, también lo haga dejando claro cuál es el momento político adecuado para abrir este melón: "Después de este ciclo electoral que tenemos, de municipales, autonómicas y generales". Porque, explicó Zapatero en un desayuno informativo: "estamos en un momento en que se abren casi todos los debates", pero estos debates "habrá que ordenarlos y llevar una agenda lo más consensuada posible."

Hay consenso esta vez entre unos y otros, susanistas y anti susanistas (decir pedristas es demasiado), en que con la segunda vuelta, Susana Díaz se ha pasado de frenada.

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