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San Gil reaparece para apoyar a su "amiga" Aguirre: "Sería un lujo votarla"

Génova no patrocinó el acto y se limitó a informar de que Aguirre visitaría el distrito de Ciudad Lineal. La foto generó gran expectación popular.

Fue un reencuentro de "amigas", pero cargado de simbolismo político. Hacía mucho tiempo que no se veía a María San Gil participar en un acto del Partido Popular, del que se apartó por sus discrepancias con Mariano Rajoy hasta conservar únicamente el carnet de militante. Lo consiguió Esperanza Aguirre, y será su única aparición en campaña. "Sería un lujazo votar a Esperanza", defendió ante los periodistas.

La fotografía de ambas, en absoluto patrocinada por el PP nacional -en sus previsiones, sólo se mencionaba que Aguirre visitaría el distrito madrileño de Ciudad Lineal, sin dar más detalles-, se produjo en medio de una gran expectación. De medios, pero también de vecinos, que poco a poco se fueron congregando en los alrededores del centro comercial Arturo Soria Plaza. "Es María San Gil", se le escuchó decir a un emocionado señor.

En su ya famoso sillón hinchable, Aguirre y San Gil despacharon con algunos madrileños. Como si estuvieran en casa, con el café en la mesa, pero rodeados de un cinturón de cámaras. La instantánea era importante para el PP de Madrid, porque la propia candidata quiere dejar claro que es la misma de siempre, que defiende los mismos principios, pese a determinadas decisiones del Gobierno de España.

"María siempre se dedica a defender la libertad", subrayó Aguirre sobre su invitada al sillón. Las dos sujetaban los muchos micrófonos de las televisiones, mientras se colaban comentarios de apoyo de los simpatizantes. Más aún, la candidata madrileña destacó la lucha de San Gil por las víctimas del terrorismo. "Memoria, justicia, verdad y dignidad", resumió su lema.

Aguirre desveló que propuso a San Gil formar parte de su equipo, pero que ésta se negó alegando que ella reside en San Sebastián. Se le preguntó si Rajoy debería llamarla e intentar que vuelva a acercarse a la dirección nacional. "¿Por qué me preguntan de otras personas?", se quejó la presidenta del PP de Madrid, mientras la aludida sonreía.

Lo que quiso dejar claro Aguirre es que es "admiradora" de San Gil. Aún más, "si tuviera que elegir a alguna militante del PP" sería a ella, por "ejemplar" al enarbolar sin titubeos la bandera de los principios del partido. Siempre sin perder su carismática sonrisa, la histórica dirigente del PP vasco añadió poco más, salvo para tachar de "magnífico" el sillón "donde se sientan los ciudadanos" y la candidata "escucha".

Después, se dieron un largo paseo por el centro comercial, en el que -además de seguir despachando con la gente- Aguirre entró en una tienda para comprar perfumes y ambas hicieron una donación a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Ni un solo abucheo. San Gil no volverá a participar en ningún acto del partido del que fue clave durante muchos años.

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