Hacía quince años que el PSOE no se atrevía en esta plaza, y el por qué se ha evidenciado este jueves. Ni con la presencia del tótem Felipe González en el cartel de oradores han conseguido llenar el aforo de 8.000 personas (contando con el ruedo) y han dejado poco más de un cuarto de la plaza sin llenar. Entre 5.000 y 6.000 personas han asistido al segundo gran mitin de campaña del PSOE, después de la gran cita de la plaza de toros de Valencia con la asistencia de 12.000 personas.
Un nuevo pinchazo tras el de Palma de Mallorca el lunes de esta semana, que no preveía la alicaída organización, que se sumía en la desesperanza con el discurso de González. Desde el PSOE confiaban en la presencia del talismán socialista. El arma que nunca falla en los malos momentos cuando hay que movilizar al indeciso votante potencial del PSOE en la recta final de la campaña. Pero esta vez falló.
También pinchó en su discurso. La incógnita era si Felipe González brindaría su apoyo al secretario general del PSOE, como hizo el pasado 11 de abril en la conferencia municipal, pero con especial relevancia en el día después al gélido encuentro con Susana Díaz. Así lo deseaba la dirección del PSOE. Pero no lo hizo. Mencionó a 'Pedro' de pasada, como hiciera Susana Díaz el día anterior, pero no hizo ninguna mención a su liderazgo, apoyo o cualquier palabra que pudiera ser interpretada en clave interna.
Una de cal y otra de arena respecto a su intervención el 11 de abril en la Conferencia Municipal, cuando pidió "a todo el PSOE", "apoyar a nuestro secretario general como cultura de partido".
Por contra, un día después del gélido encuentro entre Díaz y Sánchez, sí hizo una encendida defensa del apoyo a la investidura de Susana Díaz en Andalucía, de quien aseguró que es "la que tiene más capacidad para formar gobierno" y que ha ganado "por muchos caballos de distancia las elecciones, con el mismo resultado que Cameron en Reino Unido y Tsipras en Grecia", dijo haciendo una referencia velada al bloqueo, tanto del PP como de Podemos.
"Quienes defienden la victoria de Cameron y la de Tsipras deberían tomarlo en cuenta, ¿no?", preguntó González pidiendo "¡por favor!" a la "doble o triple pinza" que "no bloqueen las instituciones, ni faltar al respeto a las instituciones permitiendo que gobierne quien de verdad gana por mucha distancia".
Contra Podemos
Un discurso que dedicó en su mayoría a autojustificarse por su defensa de los presos políticos en Venezuela porque "la democracia sólo se echa de menos cuando se pierde o cuando se recorta. Defender que la democracia no garantiza buenos gobiernos, pero sí poder quitarlos", dijo en referencia al PP.
Pero las menciones veladas más constantes fueron hacia Podemos cuando se refirió "a los que quieren acabar con el Régimen del 78, que sepan que tienen títulos universitarios porque unos dirigentes a quienes desprecian, les dieron la igualdad de oportunidades".
No hubo ninguna arenga típica al votante, llamada a la movilización, o defensa de la fortaleza del PSOE. Un discurso que dejó ojipláticos y confusos a los asistentes del público que, entre citas a Olof Palme, Lorenzo Capriles y Antonio Ledezma, se olvidaron por un momento de que están en campaña electoral. "¡Tira pa acá!", le gritó una señora desde los toriles provocando el ceño fruncido del tótem del PSOE.