Le sacaron el tema hasta sus contrincantes políticos. Pero Mariano Rajoy mantuvo el suspense, lo que generó no pocas especulaciones a lo largo de toda la jornada. Si nada cambia, los ajustes tanto en el Gobierno como en el PP se sabrán a lo largo del jueves. A las cinco de la tarde está convocado el Comité Ejecutivo, que reúne a barones -algunos de ellos hoy muy distanciados con el presidente-, ministros y miembros de la cúpula.
La sucesión de hechos fue la siguiente. Tras esquivar las primeras preguntas de los periodistas, Cayo Lara empezó su interpelación a Rajoy en la sesión de control dando por hecho que cambiaría el Gobierno a lo largo del día. "Es bueno enterarse de novedades aunque sea por boca del señor Lara. Se lo agradezco mucho", replicó con sorna. Pedro Sánchez también alimentó los rumores, aunque su rifirrafe con el presidente dio para otros titulares. A la salida del Congreso, de nuevo silencio.
Llegaba el momento de verse con el Rey. Era un despacho ordinario, previsto en la agenda pública. En concreto, una reunión del Patronato de la Fundación Carolina. Si bien, ministros y cargos del PP sugirieron la posibilidad de que Rajoy aprovecharía el desplazamiento para comentar al monarca la remodelación. Tuvieron tiempo de abordar la cuestión, aunque oficialmente no trascendió nada. Más al contrario, la Moncloa desmintió que hubieran almorzado juntos.
En Zarzuela, durante la foto de familia, el presidente siguió jugando al despiste. Los periodistas le preguntaron si ya había comunicado los cambios al Rey, y éste lo negó argumentando que no sabía "de dónde ha salido eso". Se le insistió queriendo saber si los anuncios se sabrían el miércoles, a lo que añadió encogiéndose de hombros que "según Cayo Lara sí".
Mientras, Alfonso Alonso y Alberto Núñez Feijóo intentaron eliminarse de las quinielas. "Yo lo que quiero es cumplir con mi responsabilidad en el Ministerio de Sanidad, ésa es la que me han dado y en la que estoy absolutamente volcado y ésa es la que yo quiero y nada más", dijo el primero. El segundo, proclamó que Galicia es "su compromiso".
Si bien, sus nombres son los más repetidos por sus propios compañeros de partido para asumir nuevas responsabilidades. Y, tal y como avanzó este diario, el PP espera que Rajoy designe un nuevo "hombre fuerte" en Génova con el que recuperar impulso político y mejorar la comunicación. De igual forma, se da por descontado que Pablo Casado será designado formalmente portavoz. Los ajustes en el Ejecutivo se prevén menores.
Los pasillos del Congreso fueron un hervidero. "Se lo tienen que preguntar ustedes al señor Rajoy", contestó Ana Pastor sobre si seguirá al frente del ministerio de Fomento. Pedro Morenés aseguró no haber recibido la llamada de Rajoy. Y los diputados especularon en privado ante la ausencia de noticias, poniendo el foco en qué pasará con María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría. En principio, tanto una como otra seguirán al frente de sus cargos, aunque al menos Cospedal podría ver reducida su influencia.