De nuevo, contradicciones en la misma cúpula del PSOE a cuenta de un término que, hasta el momento, no se escuchaba en la cúpula del partido: el pacto fiscal para Cataluña. A las puertas de las elecciones que se celebrarán en esta comunidad el 27 de septiembre, y con una hipotética reforma constitucional sobre la mesa, los socialistas intensifican su discurso y su presencia con el ánimo de encontrar encaje para su propuesta para cambiar la Constitución y arañar por extensión votos para un PSC cuyo batacazo dan por descontado.
Por ello, lo que tiene claro la dirección federal del PSOE es que actuarán en dos campos: el primero, una reforma constitucional de corte federal que ya se acordó hace dos años en la famosa declaración del Comité Territorial de Granada y que se completó hace aproximadamente un mes en el Consejo de Política Federal del PSOE. El consenso de barones y miembros de la Ejecutiva Federal radica en aceptar la singularidad de Cataluña y su hecho diferencial concediéndole más autogobierno.
Pero es el segundo campo donde ha surgido la polémica: la reforma del sistema de financiación autonómica que garantice "la igualdad de todos los territorios y ciudadanos". Un concepto de difícil encaje con el de otorgar mayor autogobierno -no sólo a Cataluña sino a todas las comunidades que lo soliciten-, pero sobre todo porque el pacto fiscal para Cataluña comienza a escucharse por boca de portavoces tan autorizados como la mano derecha de Pedro Sánchez, el número dos, César Luena.
En una entrevista a la cadena SER, el secretario de Oganización socialista fue preguntado por las declaraciones del portavoz del Senado, Óscar López, abogando por un pacto fiscal, y respondió así: "Nosotros, no es a lo que estamos dispuestos... es que es lo que queremos impulsar".
Poco más de una semana después, el debate sobre el pacto fiscal se ha instalado en un PSOE donde la voz de la omnipresente federación andaluza se ha escuchado con claridad. Según el portavoz parlamentario del PSOE andaluz, Mario Jiménez, las "excepciones" vasca y navarra "son las que son y son las que tienen que seguir. El sistema bien gestionado puede permitir mejorar la financiación del conjunto de comunidades, pero en este proceso no puede haber sobrefinanciación de un territorio por encima de otros".
Una advertencia del entorno de Susana Díaz, de baja maternal, que no es exclusiva entre los barones del PSOE, y a la que se suman el asturiano Javier Fernández, el valenciano, Ximo Puig, el extremeño Guillermo Fernández Vara o el manchego Emiliano García-Page.
El debate interno ha hecho que se salten las alarmas en la sede del PSOE, que han obligado a César Luena a dar marcha atrás, pero en boca del portavoz parlamentario, Antonio Hernando. Según fuentes socialistas consultadas por Libertad Digital, Luena ha llamado cinco veces a Hernando este lunes para consensuar su postura antes de la rueda de prensa en el Congreso.
Comparecencia en la que Hernando dijo exactamente lo contrario que el número dos del PSOE al ser preguntado por este diario si hay un sí o no al pacto fiscal para Cataluña: "No, no, no. Nosotros estamos a favor de un nuevo sistema para todas las comunidades autónomas que sea más justo para todas las comunidades autónomas". "¿Pero entonces se reflexiona sobre esta cuestión o no?", nueva pregunta de los periodistas. "No", fue la respuesta del portavoz parlamentario en el Congreso que difiere de la de su homólogo en el Senado semanas atrás. "Habrá que hablar de todo lo que haya que hablar (con Cataluña) para seguir viviendo juntos", fueron las palabras de Óscar López.
El debate está servido y las resquemores de los barones en ascenso a las puertas de la campaña electoral catalana para la que el PSC parte con las expectativas de voto de una fuerza marginal en Cataluña.