El retrato de Mas en la prestigiosa publicación alemana es demoledor. El "premier golpista" es un "enemigo del Estado" manchado por la corrupción generalizada del nacionalismo, marcado por su "padrino Jordi Pujol" y reconvertido al separatismo. El artículo recuerda unas palabras de Mas de hace diez años en las que consideraba el independentismo "una aspiración obsoleta, oxidada y frustrada".
Tras anotar el poco ardor nacionalista que exhibía Mas antes de llegar a la presidencia de la Generalidad, el texto se centra en el proceso separatista que ha convertido al personaje en un "proscrito" caracterizado por su falta de confianza: "Sus socios de coalición, ERC, siempre son más radicales que él. La seguridad en sí mismo no es lo suyo. Su nombre, Arturo, lo cambió hace un par de años en los registros oficiales por Artur, no fuera que su nombre original sonara demasiado español", se afirma en la revista Handersblatt.
También se hace mención de las elecciones autonómicas que ha declarado "plebiscitarias", que está dispuesto a proclamar la independencia de Cataluña con mayoría de escaños aunque no la tenga en votos y que no hace caso de las "advertencias" del Rey Felipe VI sobre el deber de los políticos de cumplir con las leyes.
