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Cayetana Álvarez de Toledo: "No encuentro argumentos para defender la gestión del Gobierno"

La portavoz de Libres e Iguales explica en El Mundo por qué ha renunciado, en una carta a Rajoy, a estar en las listas para las próximas elecciones.

La portavoz de Libres e Iguales explica en El Mundo por qué ha renunciado, en una carta a Rajoy, a estar en las listas para las próximas elecciones.
Cayetana Álvarez de Toledo, en una reciente visita a Es la Mañana de Federico | LD

Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz de Libres e Iguales y todavía diputada del PP en el Congreso, cuenta este lunes en El Mundo que ha escrito una carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para comunicarle su deseo de no ir en las listas electorales para los próximos comicios.

Aunque aclara que, "no sé cuáles son los planes del presidente", ha preferido comunicar su deseo de "no volver a formar parte de su candidatura". La razón fundamental que esgrime Álvarez de Toledo es que "no encuentro argumentos suficientes para defender la gestión del Gobierno ni para pensar que el presidente Rajoy actuaría de forma distinta a como lo ha hecho hasta ahora".

En un artículo titulado "Anoche escribí al presidente", Álvarez de Toledo reconoce a Rajoy que evitara "el rescate", pero recuerda que el presidente ha "despreciado la política y ha desoído todo tipo de alarmas".

La portavoz de Libres e Iguales hace especial hincapié en que "en estos cuatro años de mayoría absoluta la democracia ni se ha regenerado ni se ha defendido". Es más, aparte de la recuperación económica -que le reconoce- dice Cayetana que Rajoy ha "despreciado la política y ha desoído todas las alarmas. Ni las advertencias internas y externas, ni la grave pérdida de poder autonómico y municipal, ni la irrupción de un poderoso adversario en el espacio electoral del PP le han movido a la rectificación", lamenta.

La diputada popular fija en mayo el arranque de la caída libre del PP con una "renovación cosmética", una "convención sin propuestas y una campaña catalana errática". Precisamente, la actitud de Rajoy ante el desafío separatista de Artur Mas en Cataluña ha sido "determinante" en su decisión.

Álvarez de Toledo glosa un "itinerario del fracaso", que describe la deriva que ha llevado al PP a perder cerca de un 20% de apoyos desde la última mayoría absoluta.

En primer lugar recuerda que el 9N el Gobierno abdicó "de su responsabilidad constitucional de hacer cumplir la ley en Cataluña". Lamenta Cayetana que con esto "diluvia sobre mojado: sobre las sentencias lingüísticas incumplidas, sobre las esteladas impunemente desplegadas en los mástiles institucionales y sobre el empeño con que el Gobierno minimizó como pantomima la consulta secesionista". En este contexto, recuerda Cayetana, "el Gobierno traslada la responsabilidad al Tribunal Constitucional y al Fiscal General del Estado. Pero es inútil. El fiscal replica con una dimisión irrevocable en defensa de su dignidad. A la erosión del PP se suma la erosión de las instituciones", dice Cayetana.

En segundo lugar, lamenta la "incapacidad del Gobierno para erigirse en principal garante de la libertad, la igualdad y la ley" en Cataluña, así como su "estéril" estrategia de nombrar a su candidato para Cataluña a dos meses de las elecciones y los apoyos de Sánchez Camacho en el parlamento catalán al "desleal Artur Mas".

En tercer lugar, recuerda cuando en verano el presidente abrió la puerta a una "reforma constitucional" y el impacto que esto tuvo en la política catalana, "para mal", porque "no desactiva la acusación de inmovilismo y legitima a los que dan la Constitución por amortizada. Se deja de hablar de la agresión del nacionalismo a los principios contitucionales para hablar de los cambios constitucionales necesarios para encajar el nacionalismo". Como resultado, "queda la sospecha de que el PSOE ya no es el único partido que no sabe qué hacer con España", lamenta Cayetana.

En cuarto lugar, señala Cayetana la decisión de reformar el TC, que fue "bien vista por muchos catalanes, hartos de vivir a la intemperie del derecho. Pero el PP no la rentabiliza" por oportunista. "Si la reforma era imprescindible", dice Álvarez de Toledo, "¿por qué no se abordó antes del 9N? Si el reto es tan serio, ¿por qué lo llamaron pantomima?". Y sentencia Cayetana: "El desafiante 'se acabó la broma' se disuelve en un desolado 'el estado lleva tres años de broma'".

En quinto lugar, recuerda la meteórica intervención del ministro de Exteriores en el desafío separatista de Mas "como protagonista de un debate con el líder de Esquerra Republicana". Recuerda Cayetana que "la mera celebración del debate consagra una falsa bilateralidad entre Cataluña y España y supone una claudicación de la política y de la razón. El ministro remata su intervención con una apelación simétrica a la responsabilidad: 'Oriol, se os quiere, no rompamos'".

La última etapa del itinerario de Rajoy fue, para Cayetana, su entrevista con Carlos Alsina en Onda Cero. En ella, "le pregunta al presidente por qué los catalanes habrían de perder la nacionalidad española una vez independizados. Mariano Rajoy -que teóricamente lleva tres años madurando la respuesta del Estado al separatismo- vacila, duda, no responde. No le dice que lo que plantea es política y jurídicamente absurdo. No le contesta que es grotesco querer ser ilegalmente independientes y constitucionalmente españoles a la vez. Se pierde. Y con él, pierde al PP" dice Cayetana.

A esto, la diputada añade la decisión de Rajoy de dejar "fuera de su campaña el debate catalán" que no hace más que certificar su "definitivo" fracaso. Un fracaso, consecuencia de asumir "tres viejas falacias". La primera, pensar que el centro se define por la cercanía al nacionalismo, en lugar de por criterios económicos o morales. Rajoy no desafió el nacionalismo "xenófobo, liberticida y radical" ni agrupó a "todos los ciudadanos que compartimos un suelo transversal de valores democráticos comunes para forjar una centralidad española basada en la razón y la verdad".

El segundo mito al que ha sucumbido Rajoy ha sido el del inmovilismo. Ha creído el presidente, sigue Cayetana, que "el inmovilismo propio garantiza la desmovilización ajena". En este sentido, se pregunta Cayetana: "¿Qué habría sucedido electoralmente si el constitucionalismo hubiera contado desde hace tres años (¡y desde hace 30!) con el apoyo y la movilización del Estado?".

Lamenta que el Gobierno haya respondido "con tecnocracia y plasma" a las demandas de la sociedad de una "mayor sensibilidad hacia las personas golpeadas por la crisis, menos vacilaciones contra la corrupción, la despolitización urgente de la justicia, más democracia interna en los partidos, una rotunda deslegitimación histórica y política de la violencia etarra, un amparo inequívoco a las víctimas del terrorismo y, por supuesto, una defensa nítida y emocionante de lo que nos hace ciudadanos y nos une como españoles".

Finalmente, recuerda Cayetana cómo dejó el periodismo para entrar en el Partido Popular, convencida de que "era el mejor instrumento para defender mi idea de España". Ahora, el PP "puede seguir siendo ese partido. Pero no con este presidente y no sin un nuevo proyecto. No estaré en las listas del PP, pero seguiré trabajando para que España tenga el partido moderno, valiente, adulto y central que merece y necesita".

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