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Rajoy renuncia a batallas clave en su programa electoral

El presidente y Levy cierran el programa, centrado en tres ejes: economía, unidad de España y seguridad. "El rumbo está fijado y es el correcto".

El presidente y Levy cierran el programa, centrado en tres ejes: economía, unidad de España y seguridad. "El rumbo está fijado y es el correcto".

El presidente se ha fijado tres retos esenciales de cara a la próxima legislatura: fortalecer la recuperación económica, salvaguardar la unidad nacional "con proporcionalidad" y dar respuesta a la amenaza terrorista. Las tres cuestiones, importantísimas, centrarán el programa electoral del PP, que será presentado el próximo fin de semana en Valencia. Si bien, Mariano Rajoy renuncia a liderar otras batallas clave, como la despolitización de la Justicia, el cambio en el funcionamiento de los partidos -esto es, más democracia interna- o la reforma de la ley del aborto.

En los próximos días, el candidato se encerrará con Andrea Levy, la encargada de redactar el programa, para terminar de perfilarlo. La vicesecretaria general ha querido imitar a Rajoy y evitar lo máximo posible las filtraciones, aunque la dirección nacional ha dejado claro que los ejes del mismo serán "el empleo, la unidad y la seguridad", y para la confección del texto -cuyo boceto lleva ya tiempo listo- se ha contado con la opinión de muchos, incluyendo la Fundación FAES o los ciudadanos que han querido dejar sus propuestas en una página web a tal efecto.

Será un programa electoral "reconocible" de un partido que "huye de las ocurrencias y que es garantía de futuro para los españoles", según las fuentes consultadas. Aunque se reservan "alguna sorpresa", en el texto no habrá grandes anuncios ya que el equipo de Jorge Moragas prefiere que Rajoy los haga de viva voz en los mítines. Estarán centrados, según deslizan, en cuestiones económicas como la bajada de impuestos y las políticas sociales. "Hay margen en el Presupuesto" y "anuncios de este tipo pesan más si los dice el presidente que un candidato a serlo", arguyen en la cúpula nacional.

El pasado martes, Javier Maroto afirmó públicamente que habría "medidas concretas" en defensa de la vertebración del país, pero rápidamente rectificó. No habrá rastro del artículo 155 de la Constitución, salvo cambios de última hora. Sí se podrán leer "los principios que reafirman nuestro compromiso" con la unidad y el respeto a las leyes, según conocedores del borrador. Tampoco se hará mención a una hipotética reforma de la Constitución -tal y como defendió, por ejemplo, Pablo Casado-, aunque en la próxima legislatura Rajoy se ha mostrado dispuesto a negociar si existe el consenso necesario.

Además, a lo que renuncia Rajoy, en principio, es a dar batallas que sí se plantearon por escrito hace cuatro años. Según las fuentes consultadas, la despolitización de la Justicia -bandera hoy de Ciudadanos- no será una prioridad para el PP, aunque sí podría haber alguna mención sobre la espinosa cuestión. Tampoco se anunciará una reforma de la vigente ley del aborto -de la que apenas se ha tocado nada-, como así quedó recogido en el anterior programa. Según las fuentes consultadas, escrito se leerá "la defensa a favor de la vida" y el recordatorio de que el PP recurrió la norma ante el Tribunal Constitucional.

De igual forma, los planteamientos anunciados por la nueva dirección tras la hecatombe electoral de las municipales y autonómicas quedarán, en la práctica, en un cajón hasta la celebración del congreso nacional de 2016. Especialmente, las reformas para democratizar la vida interna del partido, bajo el sistema "un militante, un voto". La dirección nacional sí espera alumbrar un plan para el Senado del que todavía no se han dado detalles concretos.

Firmeza en Cataluña

En su reaparición en Barcelona, en la presentación de los números uno del PP a los comicios de dentro de un mes, Rajoy dividió en tres su discurso -economía, unidad y terrorismo-, y avisó a la opinión pública: "El rumbo está fijado, es el correcto y tenemos que perseverar". Con respecto a PSOE y Ciudadanos, sus dos principales rivales en las urnas, añadió: "Dar marcha atrás sería un error" y "tampoco son buenos los experimentos".

"Los gobiernos, los programas y los equipos no se improvisan. En cualquier faceta de la vida, es necesario tener un bagaje y una experiencia. En los tiempos que vivimos en España, nos hace falta un gobierno fuerte, con experiencia contrastada y con voluntad reformista", arguyó el candidato del PP, arropado por la mayoría de ministros y altos cargos, que son precisamente los que encabezan las candidaturas al 20D. La renovación, vistas las listas electorales, también ha quedado aparcada, y en muchos caso se ha premiado a los históricos.

La dirección nacional asume que se le podrá criticar por algunos frentes, pero no en los esenciales; esos tres ejes marcados por Rajoy en la ciudad condal. En economía, el presidente se volvió a comprometer a crear medio millón de puestos de trabajo al año y avanzó futuros anuncios en materia de impuestos, formación profesional o pymes. "Hoy podéis decirles a los españoles, porque es verdad, que las cosas han cambiado para mejor", arengó a los suyos. Insistió: "Por mucho que algunos se esfuercen desde sus prejuicios ideológicos, aquí se ha hecho una operación como hace años que no se hacía en ningún otro país de nuestro entorno".

Le gritan "artículo 155"

Sobre el pulso separatista, en Barcelona, apeló a los sentimientos: "Estad tranquilos, nadie va a convertiros en extranjeros en vuestra propia casa". "España cerró su unidad la primera, existe desde siempre y va a existir, tal y como la conocemos, siempre", enfatizó, recibiendo la mayor ovación por parte de los militantes. Uno de ellos gritó "artículo 155", pero Rajoy no recogió el testigo. Aunque aclaró: "Cuanto más pasos se den en la mala dirección más difíciles se van a poner las cosas" y "desde la serenidad, el equilibrio y la moderación" se responderá al pulso. "Yo, desde luego, estaré en mi sitio, y actuaré con firmeza y proporcionalidad", reiteró una vez más. Y puso como ejemplo las nuevas medidas de control tomadas por el Ministerio de Hacienda.

Por último, la lucha contra el terrorismo. Esto es, la seguridad. Rajoy no quiso aclarar, una vez más, si España se implicará aún más militarmente en las zonas de conflicto -ya sea en África o en Siria- contra Daesh. Quiere esperar a después de las elecciones generales, que es lo que le reclama el PSOE. Además, todo lo que tenga que ver con "guerra" desata los temores del PP, que rememora lo vivido en 2004. Si bien, dicho esto, el presidente también arguyó que, frente al terrorismo, es bueno tenerle a él al frente de la Moncloa. "El terrorismo es hoy el mayor enemigo de la humanidad y es nuestra obligación combatirlo con todas nuestras fuerzas, y lo vamos a hacer. Es necesario que lo hagamos todos juntos", sentenció.

Con estos tres pilares claros, el candidato pretende volver a ganar las elecciones y lograr un margen lo suficientemente amplio con respecto al segundo como para que "no haya pactos de perdedores". María Dolores de Cospedal, que también tomó la palabra en Barcelona, declaró que nadie como él para enfrentarse a circunstancias difíciles. "El objetivo es ganar las elecciones y gobernar, no otro. Lo digo desde la convicción de que eso es lo que le conviene a España", sentenció Rajoy ante sus candidatos, a menos de dos semanas del inicio de la campaña.

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