La España rural como objetivo electoral. En el país hay algo más de 8.000 municipios; en total, más de 15 millones de posibles votantes viven en urbes pequeñas. Y Mariano Rajoy se dirigió claramente a ellos en Las Mesas (Cuenca), después de visitar La Roda (Albacete) y antes de trasladarse a Campo de Criptana (Ciudad Real) y Ocaña (Toledo). "Estoy muy orgulloso de estar aquí", enfatizó tras recibir un baño de multitudes. A cada pueblo que va, se le acercan centenares de vecinos, la mayoría personas mayores.
El equipo de campaña del PP argumenta que Ciudadanos ha abandonado esa otra España lejos de las grandes ciudades, y de ahí que Rajoy se haya propuesto ir a cuantos más pueblos mejor en búsqueda del voto de sus ciudadanos. "Vamos a seguir defendiendo la agricultura y la ganadería", enfatizó. También "el vino", dijo en una cooperativa vinícola. Según su entorno, pretenden ir a tantos municipios que se está diseñando una campaña "imposible" de imitar por el resto de partidos.
En Las Mesas, el candidato prometió que mantendrá las Diputaciones Provinciales, al contrario de lo que anuncia Ciudadanos en su programa electoral. "Hay quien dice que no sirven para nada, pero es fruto del desconocimiento", criticó, recibiendo una sonora ovación. Cabe recordar que, hace cuatro años, el PP estudió la posibilidad de suprimirlas, pero después se descartó. Además, Javier Arenas, el vicesecretario general del área, llegó a informar de la supresión de "cientos" de mancomunidades que no llegó a producirse.
Rajoy no sólo defendió las Diputaciones, sino también la vigencia de las localidades más pequeñas, también en la diana de Albert Rivera, donde se han de tener "los mismos derechos" que en cualquier otra parte de la nación. "Hay partidos que atacan la España rural", avisó en Twitter al tiempo que, una vez más, se revolvió contra los líderes políticos nacidos "en tertulias de televisión". Esto es, Ciudadanos, el partido que más votos le roba, vuelve a estar en su punto de mira. Esta semana, en otro pueblo, ya comparó a Rivera con José Luis Rodríguez Zapatero.
Rajoy apenas estuvo diez minutos subido al atril -nada nuevo dijo sobre la defensa de la unidad de España y la lucha contra el terrorismo-, y después volvió a mezclarse entre los vecinos. Se tomó un vino, picó algo de jamón y de nuevo al coche para seguir visitando pequeñas localidades. Antes, tocaron miguelitos de La Roda. "Viva el presidente", le gritaron. "Es mucho más guapo al natural", le suelen repetir. En Campo de Criptana, se hizo la foto en los tradicionales molinos rodeado de una multitud.
La jornada terminó en Ocaña, donde varios centenares de simpatizantes le aplaudieron cuando saludó desde el balcón del consistorio. Su equipo siempre suele elegir localidades en las que gobierna el PP. Pasadas las siete de la tarde, hizo su última parada en el convento de los Dominicos, para observar su Belén. "Impresionante", reconoció a los frailes. "Con estos paseos, conseguimos llegar a mucha más gente, son muchos más votos", afirman satisfechos desde el entorno del candidato.