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Celia Mayer no dimite y destituye al director artístico que programó los títeres

"Mi responsabilidad política ahora mismo es tomar las decisiones que hemos tomado de manera contundente y rápida", dijo Mayer.

La delegada de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, Celia Mayer, no piensa dimitir –al menos de momento- tras la función de títeres infantil programada por el Consistorio dentro de las actividades del Carnaval y que acabó con dos detenidos por un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo, que han sido enviados a prisión por el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno.

En una tensa y brevísima comparecencia de apenas unos minutos, Mayer explicó a la prensa que cesará "con carácter inmediato" la relación laboral con los programadores que contrataron la obra infantil de títeres, que este viernes mostró un cartel con el texto "Gora Alka-ETA".

La responsable de Cultura, que dijo estar "indignada" por lo ocurrido, afirmó que su "responsabilidad política ahora mismo es tomar las decisiones que hemos tomado de manera contundente y rápida: la paralización inmediata de la obra; en segundo lugar, la demanda que hemos interpuesto en los juzgados y, en tercer lugar, el cese de quien tiene la responsabilidad política directa de esa contratación, que son los programadores", manifestó.

La edil incidió en lo que el propio Ayuntamiento dio a conocer desde este viernes, esto es, que ella misma y la consejera delegada de Madrid Destino acudieron ayer viernes a última hora a los juzgados de Plaza de Castilla para interponer una denuncia por "incumplimiento de contrato" ya que en éste figuraba que el contenido de la obra estaba dirigido a un "público infantil y se produjeron contenidos inapropiados para este tipo de obra".

Mayer insistió, en contra de lo declarado por los dos miembros de la compañía detenidos, que nadie visionó la obra con anterioridad porque el "método habitual" es que los programadores elijan los contenidos en función de las sinopsis recibidas que, en este caso, "no tenía nada que ver con lo que se produjo en aquella plaza". Preguntada sobre si los programadores no vieron las explicaciones que la propia compañía [Títeres desde Abajo] daba en su página web sobre la obra, donde adelantaban la temática, Mayer respondió que "los datos a los que tenían acceso los programadores eran esos", aludiendo a la sinopsis que la propia compañía facilitó a los programadores.

La edil apuntó que, aunque "hay un clima político de bastante crispación", en este caso "se ha cometido un error en la programación que ha ofendido a gente y nosotros hemos tomado las decisiones políticas que teníamos que tomar".

Por otro lado, desde el Ayuntamiento aseguran e insisten en que los responsables de Madrid Destino que se encontraban presentes paralizaron la obra en cuanto comenzaron las quejas de los padres.

PP y Ciudadanos piden la dimisión de Mayer

Tras su comparecencia, el PP volvió a pedir este viernes -en boca de su portavoz de Cultura, Isabel Rosell,- la dimisión "inmediata" de Mayer por ser "la principal responsable política" de que este viernes se cometiera un presunto delito de apología del terrorismo en la obra programada por el Consistorio madrileño. "La señora Mayer no puede eludir su responsabilidad de gobierno".

Tampoco puede despojarse de esa responsabilidad "la señora Carmena, que con su silencio está consintiendo que desde el Gobierno municipal se perpetren delitos de esta calaña", señaló Rosell, para la que es "intolerable que, después del espectáculo de ayer, no haya cesado ya a la señora Mayer". "Y no solo eso sino que se esconda en el silencio e incluso renuncie a acudir esta tarde al pregón del Carnaval como estaba previsto en la agenda", añadió.

Por su parte, la portavoz municipal de Ciudadanos, Begoña Villacís, mostró su preocupación por que "se estén utilizando los fondos públicos para propaganda etarra" y agregó que buscaban "adoctrinar a los niños".

"Algunos pretendemos dignificar la memoria de las víctimas (...) y sin embargo otros alientan o subvencionan o deciden dar partidas presupuestarias a personas que utilizan un guiñol para adoctrinar a niños. El público de esa actuación, al igual que el de los Reyes Magos, eran niños", señaló Villacís, si bien afirmó que "no es comparable" con la polémica de la Cabalgata que era "una cuestión estética".

"Unos niños no tienen por qué ver cómo se ensalzaba a la banda terrorista ETA, ni tienen que ver cómo violan a una bruja, eso no es aceptable", señaló la portavoz municipal del partido naranja.

Villacís criticó también el sistema de contratación de la compañía Títeres desde Abajo, la responsable de la función. "Nos dicen que no habían visionado los contenidos, ni siquiera han revisado los folletos. En los carteles aparece clarísimamente lo que van a venir a exponer delante de los niños", subrayó. "Si no han visionado eso me pregunto por qué han concedido esa subvención o ese presupuesto a un grupo del que ni siquiera saben el contenido de su trabajo. Me pregunto si lo hacen por contenidos, si lo hacen por personas o si lo hacen a dedo", inquirió la concejal de Ciudadanos, preguntándose si se habrá acometido el contrato "como con la Memoria Histórica, por 17.999 euros".

Villacís, que aseveró que el Ayuntamiento no tiene un "gobierno de cambio y de transparencia" sino de "opacidad", pidió la dimisión de Mayer, y del director de contenidos de Madrid Destino, Santiago Eraso. "No vamos a perdonarles ni una más, es el momento en el que tienen que asumir responsabilidades",declaró

Villacís se comprometió a que su formación va a tratar de frenar al Gobierno municipal de "este desvarío ideológico en el que han entrado", afirmando que "han entrado en barrena". En este sentido, apuntó que el incidente con los títeres "no es un desatino, es un desatino más", que ha creado un "Madrid a dos velocidades": "Una velocidad más rápida para asuntos destinados a dividir y crear enfrentamientos artificiales, y la lenta para arreglar los verdaderos problemas de los madrileños".

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