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Aguirre: "He nombrado a más de 500 cargos y dos me han salido rana"

La comparecencia de Esperanza Aguirre en la comisión de investigación de la Asamblea de sobre la corrupción no ha aportado novedades.

La comparecencia de Esperanza Aguirre en la comisión de investigación de la Asamblea de sobre la corrupción no ha aportado novedades.
Aguirre, a su llegada a la comisión | EFE

Pese a la gran expectación, aún mayor después de la operación policial de este jueves, la comparecencia de Esperanza Aguirre en la comisión de investigación sobre la corrupción en la Comunidad que se está desarrollando en la Asamblea de Madrid ha tenido un resultado poco espectacular informativamente y que tampoco parece que vaya a contribuir mucho a esclarecer los casos de corrupción de los últimos años.

La primera razón para ello es que el propio formato de la comisión lo hacía complicado: sólo se podía preguntar sobre el tema para el que había sido requerida la comparecencia: los contratos de la Agencia de Informática y Comunicaciones (ICM) de la administración regional, entre los que se encuentran aquellos por los que están siendo investigados altos cargos como los exconsejeros Salvador Victoria o Lucía Figar y la que fuera directora general Isabel Gallego.

Y la segunda ha sido que la mayoría de los portavoces de los grupos de oposición han preferido plantear la comparecencia de cara a las cámaras y como una forma de obtener rédito posible en lugar de indagar en lo que se pudiese la actuación de Aguirre al frente del ejecutivo regional.

Ha sido el caso especialmente de los portavoces de Ciudadanos y Podemos, César Zafra y Ramón Espinar, respectivamente, que se han enzarzado con Esperanza Aguirre en una serie de consideraciones generales. Por ejemplo, el segundo ha empezando explicándole a la popular que la corrupción "es una de las causas de la pobreza y de la desigualdad" porque significa "poner lo de todos al servicio de unos pocos".

De hecho, en su segundo turno de intervención, de sólo cinco minutos Espinar ha vuelto a divagar explicando que Aguirre era culpable de "berlusconización de la política" y le ha dicho que "viene aquí con la actitud de Dorothy en El mago de Oz pero la película es Gomorra", para al final sólo hacer una pregunta sobre si la expresidenta se sentía responsable de los casos de corrupción, a la que ésta ha respondido que no.

Millones gestionados y cientos de nombramientos

En cualquier caso, interpelada al respecto Aguirre ha defendido que sigue teniendo confianza en Victoria o Figar y también en Isabel Gallego, pese a la situación judicial en la que se encuentran.

Además, Aguirre ha explicado que ella se ocupaba de "grandes asuntos sectoriales" como la introducción del bilingüismo en la educación, pero que en asuntos como la gestión de la ICM "me limitaba a intervenir si había alguna queja del consejero o a trasladarle al consejero las quejas de los demás".

La popular también ha recordado que como responsable político ha manejado en toda su carrera "más de 200.000 millones de euros" sumando los presupuestos de la concejalía de medioambiente del Ayuntamiento de Madrid y sus etapas como ministra de Educación, presidenta del Senado y, finalmente, sus 9 años en la Comunidad de Madrid.

"No puedo tener control exacto de los contratos" de tanto dinero, "pero lo que sí tuve –ha explicado- fue un seguimiento constante de que se aplicasen los criterios que habíamos fijado: elegir siempre la mejor oferta con mucha atención al precio y cumplir los compromisos electorales".

También ha admitido haberse "equivocado en muchísimas cosas y todos sabemos que todos los que estamos aquí estamos siendo destrozados por la corrupción", pero ha defendido que durante su carrera ha nombrado "más de 500 cargos y dos me han salido rana y ninguno ellos ha sido juzgado". Poco después ha explicado que sus dos decepciones han sido Francisco Granados y López Viejo.

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