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Discusión en el PP sobre Rivera: Rajoy le ataca, Casado tiende puentes

Maroto vincula a Ciudadanos con Podemos y Casado aboga por "mantener puentes". El PP no permitirá un veto a Rajoy tras el 26J.

Maroto vincula a Ciudadanos con Podemos y Casado aboga por "mantener puentes". El PP no permitirá un veto a Rajoy tras el 26J.

El debate no es nuevo en el seno de la cúpula del PP. Más al contrario, se ha convertido en una constante, ante la pregunta de qué hacer con Ciudadanos, que a la vez le roba votos y puede convertirse en un aliado de gobierno. Un estratega del partido reconoce a toro pasado cierta esquizofrenia en la anterior campaña, cuando pasaron de ignorar a Albert Rivera en sus mítines a centrar en él prácticamente todas las críticas. "Nos entró el miedo porque, en algunas encuestas, decían que eran segundos", afirma, no sin confesar la dificultad para diseñar la estrategia.

Tras el 20 de diciembre, la discusión siguió latente en el partido. En la misiva del 26 de febrero, Mariano Rajoy contestó a Rivera que votaría en contra de la investidura de Pedro Sánchez, pero se cuidó mucho de evitar un choque de trenes con él. "Querido Albert… sabes que siempre estoy a tu disposición", le escribió, manteniendo viva a renglón seguido su oferta de gran coalición. Después, constatado el no de las Cortes a Sánchez, el PP barajó un acercamiento con el partido naranja, incluso un encuentro al más alto nivel, pero al final todo quedó descartado. Que se conozca, hoy por hoy no hay contacto entre el líder popular y Rivera.

Ahora, el PP vuelve a hacer cálculos y a analizar la mejor manera de atizar a Ciudadanos sin romper por completo los puentes. Y, a priori, parece imponerse la mano dura. El domingo, Rajoy dio por inaugurada la campaña, y se centró en atacar a Ciudadanos. "Algo hemos aprendido. Ciudadanos y PSOE, juntos", avisó a la opinión pública. Aún más, quiso vincular al partido naranja con Podemos, recordando que se sentaron a negociar. "Es un partido político entregado al candidato de otro partido", recalcó, recibiendo el aplauso de los suyos.

Según el entorno de Rajoy, lo que toca es atacar a Ciudadanos ya que, auguran, su pacto con el PSOE le acabará pasando factura en las urnas. "El votante de centro-derecha no entiende ese acuerdo, y podría regresar a casa", arguyen para defender la dureza de Rajoy. Cargos como Rafael Hernando o Javier Maroto están a favor de esa firmeza. "La peor foto que tiene Rivera es la de haber intentado negociar un gobierno con Podemos", afirmó Maroto este mismo lunes en RNE. "Se ha dedicado a girar como una peonza", insistió, no sin acusar al líder naranja de incumplir su palabra y apoyar a un candidato que no ganó las elecciones.

Casado evita el choque con Rivera

Con Ciudadanos en la diana de Rajoy y Maroto, compareció Pablo Casado este lunes, y rebajó el tono. Para empezar, el vicesecretario de comunicación imputó en exclusiva al PSOE la celebración de otras elecciones, cuando solo horas antes el presidente repartió culpas con Ciudadanos. Se le preguntó al respecto, y él contestó que la confrontación política no ha de suponer un impedimento para un acuerdo posterior. "Cada uno tenemos nuestras líneas rojas, nuestro idearios, nuestros principios y electorado", pero también "tenemos puntos de acuerdo", arguyó en rueda de prensa. Cristina Cifuentes, por razones obvias, también es de esta tesis.

Casado incluyó a los socialistas en su análisis, pero en su mente está principalmente Ciudadanos. De hecho, en más de una ocasión, abogó por "mantener" el contacto, y reiteró que ese entendimiento es "perfectamente compatible" con la crítica al adversario político. Como ejemplo, pidió explicaciones a Rivera por las dudas sobre la financiación de su partido y reclamó "la misma vara de medir" a la hora de abordar sus casos y los del PP.

No han sido pocas las ocasiones en las que Casado ha intentado reconstruir relaciones con el partido naranja. Sin ir más lejos, este fin de semana, no dudó en apostar por un pacto con Ciudadanos tras el 26J, más aún si el resultado de las encuestas se cumple y juntos suman mayoría absoluta. "Sería muy positivo", afirmó en una entrevista en EFE. Cabe recordar que el portavoz popular mantiene una buena relación con Rivera y otros miembros de su dirección, que se empezó a labrar hace años en las tertulias de televisión.

Rajoy, única opción del PP

En Génova, rechazaron que la estrategia de Rajoy y la de Casado sean incompatibles. "Ahora estamos en campaña y, tras las elecciones, se abrirá otra etapa", según el equipo del presidente. Si bien, en lo que parecen coincidir todos en el PP, al menos de cara a la galería, es que no consentirán que la condición de Rivera para negociar sea la cabeza de Rajoy.

"Vetos a ninguna persona. Las decisiones del PP las tomamos nosotros", sentenció Casado. Los periodistas le volvieron a preguntar: "Dudo mucho que cualquiera de los partidos que pierden las elecciones pidan cambios en el partido ganador. Si Rajoy es el candidato ganador, la presión va a estar en aquellos partidos que puedan sumar una mayoría de gobierno con el partido ganador", arguyó una vez más. "Tenemos que quitarnos los prejuicios de encima", remató.

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