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Rajoy reclama el fin de los vetos seguro de que saldrá reforzado el 26J

Rajoy y Rivera evitan estrecharse la mano en plena polémica por los vetos. El líder del PP aspira a tener Gobierno antes de agosto.

Rajoy y Rivera evitan estrecharse la mano en plena polémica por los vetos. El líder del PP aspira a tener Gobierno antes de agosto.
Dancausa, Cifuentes, Rajoy, Adrados y Carmena en los actos del 2 de mayo | EFE

Mariano Rajoy exhibió una vez más esa parsimonia que sigue asombrando a buena parte de los suyos. Concluida sin entendimientos la legislatura más corta de la historia democrática de España, se mostró convencido de que al PP le irá bien el próximo 26J, y que ello obligará a sus rivales políticos a rectificar sus posiciones de veto. "Lo ocurrido en estos cuatro meses no se puede volver a repetir. Los vetos son malos para la democracia", arguyó este lunes ante los periodistas.

La recepción ofrecida por Cristina Cifuentes con motivo de la celebración del 2 de mayo se convirtió en un hervidero de políticos en precampaña. "El ambiente es –ahora- mejor para el PP", aseguró Rajoy, en una de las varias conversaciones informales que protagonizó. Por enésima vez, prometió estar "con fuerzas", y dio a entender que los suyos también han recuperado cierto optimismo, tras largos meses de zozobra.

Si el PP vuelve a ganar logrando más votos y escaños, Rajoy cree que estará en una buena situación para plantar batalla, y ofrecer otra vez su gran coalición, en la que él seguiría estando en el palacio de la Moncloa. Y ya apuntó que espera que todo esté resuelto antes de las vacaciones de agosto, que él suele pasar en Galicia. En concreto, consideró que lo ideal y lo más sensato es que "a finales de julio" ya haya un nuevo Ejecutivo en España. "Hay que saber sumar", dijo textualmente, en relación a las posibles alianzas.

Al acto de Cifuentes, también asistió Albert Rivera, pero no se saludaron en ningún momento. Cuando Estrella Morente les afeó la falta de diálogo, ellos estaban sentados en primera fila, separados por unos pocos cargos militares. No hicieron por verse en el transcurso del acto, que incluyó un desfile militar. Luego, a micrófono encendido, Rajoy se afanó en reclamar que se acaben los vetos contra él y su partido.

Al líder del PP le preguntaron en concreto por Sánchez, que no se dejó ver en el acto, como tampoco Pablo Iglesias. "Espero que ahora llegue el sentido común y todo el mundo actúe con un poco de cordura porque hay una magnífica oportunidad. La recuperación económica está ahí y lo único que puede estropearla es que se hagan cosas que no son las más académicas dentro de la vida política normal", dijo. Insistió una vez más: "Lo que creo que hay que hacer es un gobierno moderado y que tenga apoyo en la Cámara para poder gobernar (…) Los vetos no contribuyen a nada ni en política ni en ninguna otra faceta de la vida".

El mensaje iba destinado a Sánchez, pero también a Rivera, que a escasos metros de él también mantenía otras conversaciones informales en las que vinculaba a Rajoy con la corrupción y veía muy difícil el entendimiento. De hecho, en Génova preocupa -y mucho- que el líder naranja se ofrezca a pactar con el PP, pero no con su actual líder, y que la presión entonces sea enorme. "Calma", replican ante esa hipótesis en Moncloa, no afirmar que la continuidad de Rajoy no está a debate. "Y menos si gana las elecciones, y lo hace de manera clara y por más diferencia que en diciembre", se encargaron de remachar.

Otro de los temores de la dirección nacional, íntimamente relacionado con el "no" de Rivera, es la posibilidad de que estalle de aquí a la cita con las urnas un nuevo escándalo de corrupción. "En Valencia, nos dicen que podría ocurrir de un momento a otro", sugirieron este lunes, en conversación informal. "Sólo pedimos que, por favor, nos dejen trabajar porque estamos hartos de tener que salir y contestar siempre a las preguntas de Rita y los concejales", transmitió la dirección regional recientemente a Génova. Si bien, en este extremo, Rajoy se resiste a mover ficha. "Si tenemos que actuar, actuaremos, pero antes vamos a conocer exactamente lo que ha ocurrido, sin precipitaciones, sin angustias y sin urgencias", contestó en una entrevista en el diario La Razón.

En dicho periódico, Rajoy aseguró que se dedicará en campaña a recordar "lo que hemos visto", en relación al acuerdo entre PSOE y Ciudadanos. "Cualquier otra opción al PP es una ruleta rusa", enfatizó. Aunque, este lunes, precisó que quiere protagonizar una campaña "en positivo", centrada en la economía. De hecho, recuperó la promesa de crear dos millones de puestos de trabajo la próxima legislatura. Este martes, anunciará en el Comité Ejecutivo que Jorge Moragas será por segunda vez consecutiva su director de campaña.

En síntesis, el Rajoy de siempre, pero más confiado, avasallado ante la cantidad de personalidades que quería hacerse una foto con él en la Puerta del Sol. Mientras, alrededor, se producían otros corrillos más discretos. Llamó la atención lo mucho que hablaron Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón, que no pudo contener la risa en más de una ocasión ante lo que le decía la líder local. Ante todos, la anfitriona reivindicó el espíritu de unidad del 2 de mayo para hacer frente a los retos de España. "No podemos esperar que las urnas resuelvan por sí solas la incapacidad de los partidos para llegar a acuerdos que, superando los vetos, hagan posible la gobernabilidad", sentenció Cifuentes.

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