A Pedro Sánchez nunca le ha venido el viento a favor, pero lo que ahora se vislumbra en el horizonte del PSOE es un ciclón que podría certificar la defunción definitiva del secretario general en la misma noche electoral. Un buen síntoma de ello es que uno de los barones que antaño presumía de apoyar a Sánchez pese a no haberle votado en las primarias -su candidato era Eduardo Madina-, el extremeño, Guillermo Fernández Vara, se atreve ahora a verbalizar el escenario más probable para la mayoría de los secretarios generales del PSOE: el salto de Susana Díaz a Madrid. Esto es: la derrota de Sánchez cuando apenas ha iniciado su segunda carrera a La Moncloa y a dos meses de que se celebren las elecciones del 26J.
"En principio yo creo que sí, que se presentará y, si está convencida de ello, hace bien. Susana es un valor importantísimo de este partido… comunica como nadie y ha sido capaz de ganar unas elecciones reiteradamente en una región como Andalucía y eso tiene mucho mérito".
Las palabras, y el consecuente malestar con Fernández Vara, retumbaban esta mañana en la sede socialista con tal fuerza que sus ecos llegaban hasta Vitoria, donde el secretario general del PSOE participaba en un acto del PSPV junto a su líder, Idoía Mendía. Al término, en una entrevista a EITB, Sánchez dejó claro que esta previsión de Vara no le ha sentado precisamente bien: "Fíjese: no hay ni fecha puesta para el Congreso del PSOE porque, entre otras cuestiones, siempre hemos antepuesto la agenda política española a la agenda partidaria y orgánica del partido. Bastante tengo yo ya de trabajo, e intentar que sea posible el cambio, como para enredarme en cuestiones internas".
Una advertencia que no le ha hecho falta a quien suele adelantarse a la jugada y aparentar en público lo contrario de lo que hace en privado. En un desayuno informativo, la presidenta andaluza, Susana Díaz, que mantiene un diálogo fluido con su vecino extremeño, daba a entender que los rumores sobre su candidatura surgen de los compañeros del PSOE y no de su propia persona.
"Ahora lo que toca son unas elecciones. No es el momento del PSOE sino de España y, por lo tanto, lo que tenemos que hacer todos los compañeros es dejarnos la piel en que Pedro Sánchez sea presidente. Yo agradezco todos los cariños y el de todos mis compañeros, pero ahora lo que toca es España. Yo, desde luego, me voy a deja la piel en que Pedro Sánchez sea presidente después del 26 de junio".
Una pasión por Pedro Sánchez desconocida hasta el momento, que refleja exactamente el escenario contrario de un PSOE en el que el desánimo electoral, el miedo a un sorpasso de la coalición IU/Podemos y la frialdad de la federación andaluza -la más potente de España- con la dirección federal, han abonado el caldo de cultivo para que los socialistas afronten al 26J con la convicción de que en pocos meses, quizás en el mismo mes de julio, tendrán la convocatoria de su Congreso Federal "a cara de perro" y con la presentación de la baronesa andaluza.
Lo que pocos esperaban es que estos augurios, que se escuchan en privado pero no en público, los pusiera en su boca el barón más ambiguo del socialismo. Quien apoyó a Sánchez, se enemistó con Díaz y, después, se vio embargado por las dudas. Tal parece que Guillermo Fernández Vara ya lo tiene claro: ha cambiado de bando en el PSOE. Pero tampoco nadie esperaba que lo dijera de forma tan clara.