El Ejecutivo quiso dejar bien claro que su preocupación por la situación que atraviesa Venezuela viene de lejos. Tanto que, según Soraya Sáenz de Santamaría, sea tal vez el tema de política exterior por el que más le han preguntado al término del Consejo de Ministros durante la pasada legislatura. "Nosotros no hemos descubierto Venezuela en campaña", llegó a declarar en varias ocasiones, después de que el país caribeño formara parte, por primera vez, del orden del día del Consejo de Seguridad Nacional, que se reunió de forma ordinaria este viernes, aunque llevaba sin convocarse desde diciembre.
La intención de Moncloa fue alejar la sospecha de que está utilizando la grave crisis en Venezuela –cuyo régimen se vincula con Podemos- con fines electorales, pero también mandar un recado a Albert Rivera, que hace tan solo unos días se desplazó al país y relató sus horrores. En su habitual rueda de prensa, y preguntada expresamente por el partido naranja, Santamaría aseguró que "bienvenido sea" el que quiera ayudar en este sentido, pero siempre recalcando que el Gobierno siempre estuvo atento, y vigilante, durante los últimos cuatro años. Y repitió: "No hemos descubierto Venezuela en campaña".
En el PP fueron aún más claros en sus críticas, aunque sin entrar en el cuerpo a cuerpo, toda vez la estrategia ahora pasa por limitar el mensaje a que el 26J habrá que votar entre "la estabilidad y la moderación" -esto es, el PP- o el radicalismo -con Podemos en el palacio de la Moncloa-. Si bien, varios portavoces autorizados no dudaron en recordar que el PP ha estado en Venezuela en multitud de ocasiones, y mucho antes. Ana Camíns fue muy clara en 13TV este mismo viernes: "Nosotros hemos ido muchas veces y -el Gobierno de Nicolás Maduro- ha montado el show de no dejarnos pasar. A lo mejor era lo que pretendía Rivera, pero ha pasado y se ha paseado por ahí" y ahora "viene y denuncia lo que el PP lleva denunciando mucho tiempo".
No es el único recado que se manda públicamente a Ciudadanos. Esta misma semana, Fernando Martínez-Maíllo utilizó el viaje de Rivera y sus críticas a Podemos para exigirle que "rectifique" sus alianzas a la formación de Pablo Iglesias en diversos municipios. "Granada sería el primer paso", zanjó el número tres del PP, como también dijo Camíns y otros dirigentes en tertulias de televisión. El vicesecretario de Organización lanzó un último dardo: "No podemos ni debemos entrar en esta competición de fotos y cámaras".
Al término del Consejo de Ministros, Santamaría no fue tan lejos como los portavoces del PP, pero sí machacó el mensaje de que Venezuela siempre ha estado entre las prioridades de Mariano Rajoy. Por entonces, Ciudadanos ya había lanzado el mensaje de que, gracias al viaje de Rivera -que fue coordinado con Exteriores-, el presidente en funciones por fin se había puesto las pilas poniendo el foco en el régimen de Maduro. "Hacen el ridículo. Sólo basta ir a la hemeroteca y comprobar cuántas veces hemos dado respuesta a la situación que atraviesa Venezuela", replicó, en privado, un alto cargo del Gobierno.
En todo caso, la vicepresidenta admitió que Venezuela vive ahora un momento "excepcional", y de ahí que el Consejo de Seguridad Nacional le prestara atención y se vaya a seguir de cerca la seguridad de los casi 200.000 españoles que residen en aquél país. "El estado de excepción es un hecho excepcional que requiere un seguimiento excepcional", arguyó Santamaría. Para vigilar lo que pueda acontecer, además del regreso del embajador, Antonio Pérez Hernández, llamado a consultas hace más de un mes, el Ejecutivo estará "muy pendiente" para evaluar si es necesario reforzar la representación diplomática, según recoge la agencia EFE. Por otro lado, Hacienda anunció que subirá el sueldo de los funcionarios españoles en Venezuela.