El Partido Popular intentó llevar la iniciativa política este lunes. A primera hora, con un enigmático mensaje en Twitter de Mariano Rajoy y su cúpula que, poco menos de una hora después, quedaba resuelto con el eslogan de campaña -"A favor"- y un nuevo vídeo en contra de las líneas rojas de sus adversarios políticos. En paralelo, se volvió a airear una nueva bajada de impuestos. Y, para rematar, se intentó trasladar una vez más la imagen de un candidato cercano, pateándose la calle, en esta ocasión en la provincia de Badajoz.
Un guión que quedó roto por la cancelación a última hora de un acto por la mañana de Rajoy en Talavera la Real, donde tenía previsto hablar al aire libre, en la plaza de España. Su equipo adujo "motivos de agenda" para anunciar una "modificación urgente", aunque medios locales aseguraron que había prevista una protesta de bomberos. No es la primera vez en esta precampaña en la que el PP se ve obligado a cambiar sus planes, aunque sigue intacta la intención de Jorge Moragas de mucha calle y pocos mítines. De hecho, ya por la tarde, el presidente en funciones acabó trasladándose a dicho municipio, extremo que no fue informado a los medios.
Así las cosas, su primer acto en Extremadura fue en Badajoz, donde mantuvo un almuerzo con militantes. Se vivieron momentos de estrés entre los organizadores, toda vez no estaba previsto que no acudieran los periodistas. Allí, el candidato del PP prometió una campaña "moderada y en positivo", aunque lanzó advertencias veladas al PSOE y Ciudadanos, a los que acusó de centrar en él sus ataques. "Que sepan algunos que otros les están mojando ya la oreja", dijo sobre los primeros. "Si su campaña va a ser la crítica al PP, se van a quedar en muy poquito", añadió sobre los segundos, más todavía tras estallar la crisis política de Murcia.
El líder popular no mentó a sus rivales en ningún momento y se postuló como el único capaz de "parar la deriva radical en la que algunos están instalados". "Yo no me he sentado con Podemos", zanjó, provocando el aplauso de los suyos. La estrategia de Génova es plantear las elecciones como una suerte de pulso entre la moderación -representada por el PP- y la radicalidad -que llegaría con Podemos en la Moncloa-. "Vamos a plantar cara", insistió Rajoy.
Además, en su intervención, volvió a asegurar que la economía será su prioridad, y ya antes el PP había distribuido los diez ejes de su programa, que será presentado en Barcelona el próximo sábado. Uno de ellos está centrado los impuestos. "Bajaremos el IRPF dos puntos a todos: el mínimo del 19 al 17% y el máximo del 45 al 43%. mejoraremos los mínimos personales y familiares exentos y recompensaremos el ahorro y la inversión", se puede leer en el documento remitido a los medios de comunicación.
La jornada de precampaña terminó en Almendralejo. Allí, Rajoy disfrutó de un auténtico baño de masas. En aproximadamente una hora, apenas pudo andar unos 50 metros. "Presidente, presidente", le gritaron a su llegada. No hubo altercados de ningún tipo, y sólo se escucharon algunos abucheos esporádicos. En el municipio gobierna el PP por mayoría absoluta, y según el alcalde, José García Lobato, "lo que pasa en Almendralejo luego se repite a nivel nacional".