Un eclipse. Es lo que se ha visto este sábado en el auditorio Landako Gudea en la Fiesta de la Rosa de los socialistas vascos en Durango, Vízcaya. Un territorio en el PSOE perdería su escaño, según el CIS, cuyo cabeza de lista, Patxi López, ha lanzado un duro y directo ataque contra Podemos, que se alejaba de las críticas veladas de su secretario general y candidato, Pedro Sánchez.
Al grano desde el primer minuto, el ex lehendakari y presidente del Congreso en funciones, que se juega su plaza por Vizcaya según el CIS, ha comenzado con una referencia a esa encuesta: "No hay ni encuesta ni pinza ni insulto que nos vaya a minar la moral ni acabar con los valores socialistas".
Subiendo el tono, López se ha proclamado "orgulloso de ser socialista" frente a quienes se disfrazan de socialdemócratas: "Sabemos de donde venimos, no nacimos en un plató de televisión. ¡No vendemos nuestros principios en un catálogo de rebajas haciéndonos los suecos!".
Los decibelios han llegado a su clímax en el momento de cierre, cuando ha aclarado a los militantes socialistas cuáles son las intenciones del líder de la formación morada, Pablo Iglesias. "¡Iglesias no quiere acabar con Rajoy! Iglesias sólo quiere destruir al Partido Socialista y ¡no le vamos a dejar! ¡No le vamos a dejar!", ha vociferado López, "así que socialistas, ¡en pie! ¡No necesitamos vuestra ayuda, necesitamos vuestro fuerza!".
Sánchez, plano
En alto dejaba López a un auditorio con ganas de más y a quienes la intervención de Sánchez ha sabido a poco y a menos. El candidato a la Moncloa ha comenzado mostrando contundencia "frente a quienes optan por el voto del miedo y la revancha" pero nuevamente referencias veladas a Iglesias que no han contentado a la militancia socialista vasca.
Sin citar en ningún momento a Iglesias y evitando la confrontación directa, Sánchez se ha limitado a lanzar criticas contra "algunos que se llaman de izquierdas y bloquearon la presidencia de un Gobierno socialista" y por ende "bloquearon la subida de las pensiones, la mejora de la financiación de la educación y la sanidad, las becas...".
Sólo dio un paso más al pasar del plural al singular: "al día siguiente de las elecciones, alguno dijo 'mi linea roja es el derecho de autodetermnación'; al día siguiente, la línea roja fueron 4 grupos grupos parlamentarios; y al siguiente, vicepresidencia del Gobierno, y controlar la Justicia, el CNI... yo soy de izquierdas porque quiero mejorar la educación, la sanidad y las pensiones, nunca se me pasó por la cabeza controlar los espías".
Referencias veladas que salpicaron toda la intervención del candidato socialista quien también reiteró sus críticas al "catálogo" o programa electoral de Podemos y que denunció la guerra de siglas de la coalición morada junto a IU: "Nosotros somos un partido que hace lo que dice. Y somos un partido en A. Otros confunden un partido con un conglomerado de siglas. En lugar de tener un proyecto en A lo tienen en A, en B, en C, en U...".