No habrá paños calientes. Al día siguiente de las elecciones, el 27 de junio, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, pretende descolgar el teléfono para llamar al líder de Podemos, Pablo Iglesias. Es, según la mayoría de dirigentes socialistas, el objetivo del líder del PSOE siempre y cuando se cumpla su esperanza, y los pronósticos de Ferraz, de mantener la supremacía en la izquierda española, es decir, que no se haga realidad el sorpasso.
Un sorpasso que niega tajante Sánchez quien, este martes, desde Villanueva de la Serena en Badajoz, lo calificó como "el sorpasso del rencor" y pidió "a todos los votantes progresistas darle una sorpresa a Mariano Rajoy ganándole las elecciones". Algo más explícito se manifestó el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, en el día en que el debate en todas las formaciones políticas versó sobre el escenario de pactos, y en el que, incluso, se anticiparon estrategias futuras frente al secretismo de la anterior campaña. "Suele ocurrir estos días que te preguntan '¿qué va a hacer el PSOE?' Y yo digo: 'si tan importante es el PSOE, si todo el mundo piensa que el futuro de España depende de lo que va a hacer el PSOE, ¡Coño, votadlo! ¿Tan complicado es?'".
Al margen de la actividad mitinera, la jornada, cuando restan tres días de campaña, sirvió para poner algunas cartas sobre la mesa. Las prisas con las que el PSOE intentará negociar tras los comicios del 26J fueron verbalizadas incluso por una de las personas de más estrecha confianza de Pedro Sánchez: la socialista catalana, Meritxell Batet, cabeza de lista por Barcelona, y exnegociadora del PSOE, desvelaba que el PSOE negociará "a partir del primer día e intentaremos formar Gobierno" porque, reconocía como error que el 20 de diciembre "se dejó demasiado tiempo para que el PP intentase formar Gobierno".
Unas palabras que fueron secundadas por otro miembro de la dirección, el portavoz parlamentario, Antonio Hernando, quien calificó como "un gesto de valentía" y "volveremos a dar un paso adelante porque es lo que necesita España en este momento" frente a un "Rajoy que, hoy sabemos, volverá a decirle que no al Rey y a fumarse un puro".
La "prioridad" de Sánchez es lograr un pacto de izquierdas, un Gobierno a la portuguesa que propuso en la semana posterior al 20D y que ya reconoció el otra vez candidato al 26J en el Foro El Mundo desvelando que la "prioridad era pactar con Podemos" y que esas fueron las órdenes que recibió su equipo negociador. De ahí que la propuesta hace unos días de Meritxell Batet, de lograr un pacto PSOE-Podemos -porque "hay más coincidencias que con Ciudadanos"- no haya recibido réplica de la dirección federal del PSOE. Aunque no sea "recomendable" desvelar sus intenciones en plena campaña, es la jugada pensada para después de las elecciones.