Todo llega en esta vida. También Mariano Rajoy al programa de Pablo Motos en Antena 3 y, además, en el momento más oportuno, a cuatro días escasos de la cita con las urnas. Después de muchas gestiones y tras recabar seguramente el consejo de sus más cercanos colaboradores (Cristina Cifuentes y Soraya, que saben bien de qué va la cosa), el presidente del Gobierno en funciones apareció en El Hormiguero. Para divertirse, como dice Pablo Motos cuando presenta a sus invitados, pero también para llegar a cuatro millones de electores. Si utilizáramos la unidad de medida de la prensa española para las grandes magnitudes (el campo de fútbol) diríamos que anoche vieron a Rajoy 45 estadios como el Santiago Bernabéu llenos a rebosar. Ni Bruce Springsteen, en sus giras más exitosas.
Pablo Motos fue un anfitrión afable para el presidente en funciones, como corresponde al canal centro-reformista del emporio A3Media. El presentador de El Hormiguero le hizo las preguntas obligadas en el día en que hemos sabido que al ministro del Interior le graban conversaciones en su despacho, pero Rajoy rechazó cualquier responsabilidad porque él de estas cosas se entera por la prensa. Cosa rara; no porque un presidente del Gobierno, incluso en funciones, debe estar informado de los graves asuntos que afectan a la seguridad del Estado, sino porque él sólo lee el Marca y la prensa deportiva anda ahora azacanada con la Eurocopa.
Los asesores de los cuatro candidatos a La Moncloa han pactado con Motos que nada de interactuar con los colaboradores del programa, que esas cosas no se sabe nunca cómo pueden acabar. Les pasa como a Hitchcok, al que también le gustaban mucho las improvisaciones pero siempre y cuando estuvieran perfectamente ensayadas. El programa queda más lineal, pero a cambio nos evitamos ciertos episodios de vergüenza ajena.
Rajoy quedó anoche como un buen tipo, con sentido del humor y facilidad para la ironía. Los puristas seguramente le afearán que no estuviera más solemne en unos momentos tan graves para el devenir de la nación, pero esto es televisión y los espectadores del horario estelar de Antena 3, todos los cuales votan, sólo quieren ver a un candidato amable para echarse unas risas con él.
En el PP están contentos con la actuación de Mariano anoche en El Hormiguero. Tal vez no sea suficiente para compensar el escándalo de su ministro de Interior, pero en conjunto nuestro showman en funciones estuvo bastante bien. Sin embargo más le vale no emocionarse con el éxito de anoche y ganar las elecciones este próximo domingo para tratar de seguir en La Moncloa. Como futuro colaborador de Pablo Motos, sigue siendo mucho mejor Soraya.