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Independencia en julio de 2017: el peaje de la CUP para "confiar" en Puigdemont

El partido antisistema exige un referéndum unilateral "vinculante" en junio del próximo año y la proclamación de la república treinta días después.

El partido antisistema exige un referéndum unilateral "vinculante" en junio del próximo año y la proclamación de la república treinta días después.
Junqueras y Puigdemont, en una imagen reciente | EFE

El presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, ha prometido a la CUP que recibirá a sus representantes la próxima semana para abordar la cuestión de confianza prevista para el 28 de septiembre. No hay fecha fija, pero el encuentro se da por descontado tras varios aplazamientos por parte de Puigdemont y el añadido del guateque en Cadaqués.

La portavoz de guardia de la CUP, la diputada Gabriela Serra, ya ha dejado claro el mensaje, un discurso en el que, de momento, no hay fisuras en la formación antisistema. El Gobierno de la Generalidad deberá acelerar su "hoja de ruta" para que en junio del próximo año se celebre un referéndum unilateral que a diferencia del 9-N sería "vinculante" y se proclame la independencia un mes después.

En Convergencia, Partit Demòcrata Català (PDC), reniegan de las exigencias de la CUP y elevan el tono. Marta Pascal, la coordinadora general del PDC, reprocha a los cuperos que no tienen un número suficiente de diputados -10- como para marcar el calendario. También les ha instado a no poner tantas condiciones y contribuir más al desarrollo del "proceso".

Debate presupuestario

Dos son los grandes puntos de desacuerdo en torno a la cuestión de confianza de Puigdemont entre convergentes y antisistema. El Gobierno debe organizar y convocar un referéndum en menos de un año y los presupuestos para cumplir semejantes propósitos. Convergencia quiere que la CUP apruebe los números autonómicos junto al apoyo a Puigdemont porque fue ese desacuerdo presupuestario el que desembocó en el anuncio del presidente de someterse al veredicto de la cámara a la vuelta del verano.

La CUP no lo entiende así, quiere negociar los presupuestos al margen de la confianza y añade el referéndum como condición innegociable. Pascal y la portavoz del Gobierno, Neus Munté, han contestado que la confianza se tiene o no se tiene. Gabriela Serra responde que "la confianza también se crea".

Puigdemont calla y Junqueras, en calidad de vicepresidente y responsable de Economía, promete a la CUP que habrá una partida para el referéndum, un apoyo explícito a la presión cupera sobre Puigdemont con un calendario que en el PDC consideran imposible de cumplir y que puede provocar una grieta entre convergentes y republicanos del grupo parlamentario Junts pel Sí.

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