Un centenar de militantes se ha concentrado en la sede del PSOE de la calle Ferraz para mostrar su apoyo a Pedro Sánchez e increpar a sus detractores. La guerra interna socialista se ha trasladado a las puertas de la calle Ferraz, 70, donde los manifestantes, todos defensores de Pedro Sánchez, han portado pancartas con lemas como "no es no", "Susana golpista" o traidores". Muchos llegados desde Galicia, han dirigido toda su virulencia y agresividad contra los miembros del sector crítico que han llegado a la sede del PSOE.
Tanto es así que la Policía Nacional ha tenido que acordonar la entrada del cuartel general socialista y ha cortado el tramo de la calle Ferraz en que se ubica la sede, desde el cruce con la calle Quintana hasta Marqués de Urquijo. A ello se ha procedido pasadas las 9:00 horas, cuando la mayoría de los dirigentes socialistas ya han accedido al interior de la sede socialista.
Para entonces, ya se habían producido las peores escenas de confrontación entre los militantes y los miembros del sector crítico. Uno de los peor recibidos ha sido el exsecretario de Organización José Blanco, que ha tenido que ser escoltado por dos miembros de seguridad de la sede socialista, tras haber sido zarandeado e increpado por los militantes afines a Sánchez. Eduardo Madina y José María Barreda, entre otros, han sido recibidos con abucheos y gritos de "golpistas", "traidores".
"Se veía venir esto", ha dicho Barreda con rictus de tristeza. La desolación y la preocupación se ha proyectado en los rostros de todos los que han hecho su entrada por el pasillo formado por militantes y más de 200 periodistas y cámaras de televisión. Tanto críticos como oficialistas han denunciado a Libertad Digital la "verguenza" de este "espectáculo". Aunque los miembros del sector crítico han responsabilizado a Pedro Sánchez por "alimentar este odio". Adjudican a su equipo la convocatoria con el 'pásalo' de Facebook llamando a acudir a la sede y el comunicado de este viernes haciendo un llamamiento a "no acudir cuando en realidad llamaba a hacerlo. Es como la comunicación de Rubalcaba en el 13-M", dicen los más detractores de Sánchez.
Otros responsabilizan directamente al todavía secretario general por la maniobra perpetrada a última hora del viernes: "Lo que hizo ayer es un nuevo órdago, tensar más la cuerda, llamar a quemar al partido, es un irresponsable... ha enloquecido", dicen estos miembros que asisten con preocupación al circo de la militancia defensora del 'mártir´del PSOE.
El más aclamado ha sido Miquel Iceta, uno de los que más ha defendido esta semana al todavía secretario general del PSOE. "No creo que vaya a caer Pedro Sánchez", ha dicho el líder del PSC a su entrada en la sede.