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Los teléfonos suenan: "La decisión sobre el Gobierno es delicada, afecta a amigos de Rajoy"

Rajoy mantiene una ronda de contactos con líderes del partido y Génova espera que este miércoles informe de su decisión a los elegidos. 

Rajoy mantiene una ronda de contactos con líderes del partido y Génova espera que este miércoles informe de su decisión a los elegidos. 

Los teléfonos ya están sonando, con el PP al borde de un ataque de nervios. Una vez juró su cargo ante el Rey, Mariano Rajoy inició una ronda de consultas, que continuó el martes, para recabar la opinión de líderes y referentes del PP. Quiso saber de primera mano cómo creen que debe ser el nuevo Ejecutivo ante una etapa de duras negociaciones. Y, ya este miércoles, los elegidos empezarán a conocer la decisión del líder, según la interpretación de varios miembros de la cúpula nacional.

El presidente detesta las filtraciones y de ahí que lleve con enorme celo sus contactos mientras que los implicados le imiten en su silencio. Mientras, el PP aguarda con enorme expectación que el jueves por la tarde, tras informar al monarca, lea su lista de nuevos ministros. Los suyos quieren saber si se impondrá la renovación –como así se especuló en las últimas horas- o seguirá rodeándose de los mismos. Y también, por supuesto, cómo quedará la pugna entre Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal, sus dos escuderas durante los últimos años. "¿Y si Cospedal, además de un ministerio potente como Interior o Defensa, se queda con el CNI?", se preguntó un veterano parlamentario durante el debate de investidura.

Sea como fuere, el momento es "muy delicado", según apuntaron desde el entorno de Rajoy. En varias ocasiones, el presidente ha comentado que las decisiones más difíciles son aquellas que afectan "a personas". Y, en este caso, algunos de ellos son amigos personales. Como ya informó este diario hace semanas, presidentes regionales y altos cargos ven muy difícil que mantenga en el gabinete a Jorge Fernández Díaz o José Manuel García Margallo, a los que ven muy "quemados" políticamente. En la picota también estarían Cristóbal Montoro, muy enemistado con algunos cargos del PP, y Pedro Morenés. "Nadie sabe nada y las quinielas pocas veces aciertan, y menos con Rajoy", avisó uno de los ministros pendiente de su futuro inmediato.

Génova: Hernando seguirá en el Congreso

Más enérgicos fueron en Génova a la hora de rechazar que Rafael Hernando pueda dar el salto al Gobierno provocando así una renovación en el Grupo Popular. Tanto Pablo Casado como Fernando Martínez Maíllo no dudaron en elogiar su papel en sendas entrevistas en radio y, oficiosamente, se descartó ese movimiento, tal como publicó El País. "Seguro que Rafa se queda en el Congreso", sentenciaron fuentes de la cúpula.

En prácticamente todos los mentideros políticos se repiten los mismos nombres. Y en los pasillos de Génova cada vez señalan con más claridad del papel "relevante" que tendrá Fátima Báñez, próxima a Santamaría y cuya mano negociadora con Ciudadanos impresionó tanto a Rajoy como a Albert Rivera. Rafael Catalá e Isabel García Tejerina también parecen tener atado un ministerio mientras que vicesecretarios como Javier Maroto o Casado no han parado de descartarse. "Casi seguro" que el presidente también mantendrá a Maíllo en Génova, donde su trabajo es ensalzado prácticamente por todo el partido.

Los interrogantes, pues, son muchísimos, más aún teniendo en cuenta que en la actualidad ya había tres vacantes y en el PP sugieren que habrá al menos otro ministerio más, el de administraciones públicas. A lo que un antiguo ministro de José María Aznar incluyó otra variante importante en charla informal con este diario: "Los cambios de última hora son importantísimos. Rajoy puede ir con un esquema en su cabeza y que alguien le diga que no. A Aznar le pasó conmigo con un determinado ministerio". El propio Rajoy tuvo que hacer ajustes de última hora cuando anunció su gabinete hace ahora casi cinco años.

El 21 de diciembre de 2011, Rajoy compareció por primera vez en la sala de tapices de la Moncloa, sin admitir preguntas, y puso cara a sus trece ministros. Libertad Digital tituló que se blindaba "con sus más fieles", un equipo hecho a su medida. Hoy, muchos de los elegidos ya no están, aunque el líder del PP ha tratado de buscarle un plácido destino a casi todos, como a José Ignacio Wert, Miguel Arias Cañete o Ana Mato. La operación de José Manuel Soria al Banco Mundial quedó interrumpida por la presión mediática. Mientras, Alberto Ruiz Gallardón prefirió dar el salto a la vida privada, bien remunerada. "No dejará tirados a sus amigos ni tampoco podéis esperar un Gobierno sin marianistas de pura cepa", según uno de los caídos, que remata: "No os olvidéis que el congreso del PP está a la vuelta de la esquina".

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