Miquel Iceta, primer secretario de los socialistas catalanes, y Josep Antoni Duran Lleida, exlíder de Unió y en teoría retirado de la política, fueron los rostros más visibles de la presentación de Portes Obertes, una plataforma política que puede dar pie a la integración de los cuadros democristianos en la formación socialista catalana.
La ruptura del pacto de federación con Convergencia y los malos resultados de Unió en solitario han llevado al viejo partido al borde del cierre. Está en suspensión de pagos, CDC le reclama una deuda de cuatro millones de euros y ha puesto la sede en venta como primera providencia para hacer frente a los acreedores. Ramon Espadaler, que se quedó al frente de la organización tras el precipitado abandono de Duran, ha reconocido en más de una ocasión que Unió deberá "reinventarse". Los dirigentes que aún permanecen en la formación sopesan crear un nuevo partido, el mismo, pero sin el lastre de las deudas y la marca compartida con Pujol y Mas durante décadas.
El PSC está dispuesto a ayudar a Unió en ese proceso de reconversión con el objetivo de aglutinar bajo su manto los restos del catalanismo "moderado" que ha dejado el naufragio de Convergencia. Así y a través de la corriente federalista Tercera Vía impulsa una plataforma llamada Portes Obertes que pretende ser la tabla de salvación de Unió.
El pasado lunes, la presentación de la nueva marca congregó a la plana mayor del socialismo catalán, con Iceta y Pere Navarro, y a la de Unió, con Duran, Espadaler, Jordi Casas, Félix Riera y los exconsejeros autonómicos con Pujol María Eugenia Cuenca e Ignasi Farreras. También acudieron al llamamiento organizado por Mario Romero, presidente de Tercera Vía, el exministro Celestino Corbacho y el exalcalde socialista de Barcelona Jordi Hereu.
El nexo entre el PSC y Unió está en el federalismo que defiende la corriente Tercera Vía, que aboga por una reforma de la Constitución que reconozca los "derechos nacionales" de Cataluña y por la celebración de un referéndum pactado con el Estado, un programa fácil de asumir para Unió y una oportunidad para mantenerse a flote a pesar de los pésimos resultados electorales del PSC y los nefastos de Unió, que perdió su representación en Madrid tras las generales del 20-D y optó por no presentarse el pasado junio.