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Aznar acusa a Rajoy de parálisis ante una España que "se está desvertebrando"

Pone en la diana el modelo autonómico. “Eres el mejor presidente que ha tenido España”, le dice San Gil entre aplausos de sus seguidores.

José María Aznar radiografió una España en grave riesgo y a su clase gobernante paralizada, con los ojos cerrados, incapaz de tomar las riendas de la situación. "Hoy tenemos un país desvertebrado. Socialmente, territorialmente y políticamente. Creo que la tarea nacional más urgente es sellar esas tres brechas", emplazó, sin ministros ni nadie de la dirección nacional escuchándole. "Sería lamentable que lo que nos faltara fuera voluntad", afirmó, y puso en la diana el actual modelo autonómico. "Eres el mejor presidente que hemos tenido", le elogió María San Gil, y el abarrotado auditorio rompió en aplausos.

El diagnóstico de Aznar fue, una vez más, muy crudo. Ya avisó de que no se callaría aunque pueda ser acusado "de hacer imposible la convivencia". "España es tarea de todos, no sólo de algunos", pronunció hace ahora una semana, cuando estrenó la nueva FAES y dejó claro que no tiene intención de fundar un nuevo partido político. No ha tardado mucho en ponerse manos a la obra. "Nuestra principal brecha es social, y lo es entre generaciones. Una separación aumentada por la crisis y por la respuesta que le hemos dado", destacó este lunes, iniciando el relato sobre los tres principales problemas que, a su juicio, tiene el país. En ningún momento citó expresamente a Mariano Rajoy, como es tradición en él. Si bien, el jefe del Ejecutivo fue el destinatario de buena parte de sus mensajes.

Según el expresidente, hoy ya militante de base del PP, las clases medias han sido las grandes perjudicadas por "la falta" de reformas estructurales. "¿Qué le estamos dejando a los jóvenes? ¿Cuál es la contrapartida para ellos del peso que ponemos sobre sus hombros? ¿Qué pacto social les proponemos?", se preguntó, para a renglón seguido afirmar que "no estamos jugando limpio" con ellos. "Se les pasará al cobro la factura de un bienestar que apenas disfrutan, y cuyo importe se incrementará como marquen los mercados de deuda". También se quejó, otra vez, del déficit público.

Junto a la brecha social, Aznar citó la territorial. Y fue demoledor al referirse al modelo autonómico, que considera completamente caduco. "Debía operar como un conjunto de 17 puertas de acceso, amplias y abiertas, a la gran plaza mayor de la nación común", pero "no" está siendo ni mucho menos así. "La relación entre el Estado y las comunidades es hoy un pulso permanente de suma cero o negativa. Como si se tratara de poblaciones distintas", según su interpretación.

"Llegamos al absurdo de pensar que mientras el todo se empobrece las partes pueden hacerse mas ricas", insistió, solo unos días después de la celebración de la conferencia de presidentes, en la que Rajoy reivindicó la fórmula y abrió el melón de la financiación autonómica. En su día, Aznar ya se revolvió ante la estrategia de Soraya Sáenz de Santamaría en Cataluña, que cuenta con el aval del presidente. "Hemos puesto bajo sospecha la mera apelación a objetivos compartidos. En el mercado político se despacha cualquier variedad de radicalidad y de extremismo beligerante contra el marco de convivencia común", denunció.

"Con un Estado residual en lo político y desmedido en lo económico no vertebraremos España y no revertiremos la brecha social", sentenció el responsable de FAES. Esto es, una enmienda a la totalidad a la hoja de ruta seguida por Rajoy, con quien no tiene actualmente ninguna relación. "Al contrario, debilitar la estructura institucional y sobrecargar el peso económico del Estado induce a más brecha social", insistió. Y pasó a la "tercera" amenaza: "Los partidos nuevos no han tomado el relevo de los anteriores en su capacidad de integrar y de impulsar España transversalmente. No actúan para un proyecto nacional", zanjó.

Reclama una respuesta "política"

Ante tal situación, Aznar llamó a coger el toro por los cuernos y, en más de una ocasión, puso su época en el Gobierno como ejemplo a seguir. "Esto no es una tarea pendiente de ser dicha, sino de ser hecha. Es política", enfatizó. Y no es la primera vez que acusa a Rajoy de dejar la política a un lado. "Debemos de impulsar esfuerzos que restauren nuestra cohesión territorial. España no se va a romper. Pero no basta con eso. No basta con evitar lo peor, hay que aspirar a lo mejor", proclamó, e instó a la "reordenación" del mapa electoral. "Sin dar nada por seguro, pero sin dar nada por perdido. Estoy convencido de que sabremos hacerlo", remató, ante un público entregado -según la organización, más de 400 personas, algunas de las cuales tuvieron que seguir el acto en un salón anexo-.

No hubo representación de Moncloa en el acto. Tampoco de Génova. Al término del Comité de Dirección, se le preguntó a Pablo Casado por la cita, y rehusó aclarar si acudiría alguien. Después, fuentes del partido deslizaron que no les había llegado invitación alguna. Solo se presentaron Esperanza Aguirre y algunos diputados autonómicos además de Ana Botella. El título de la conferencia ya escamó, y mucho, a los marianistas: "El necesario fortalecimiento de España". Y también los acompañantes de Aznar en la foto: Jaime Mayor Oreja y la citada San Gil, muy distanciados con Génova. "El fortalecimiento de España es una tarea que no se puede demorar más", destacó la expresidenta del PP vasco, otrora gran referente del partido y que chocó con Rajoy en los prolegómenos del congreso de Valencia. San Gil, que nada más iniciar su intervención pidió un minuto de silencio en recuerdo de Gregorio Ordóñez, anunció una serie de mesas redondas para analizar "la crisis de España" y buscar soluciones.

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