Entusiasmo, euforia y algarabía entre los medios de comunicación "soberanista". Entre los cargos públicos, funcionarios y voluntarios de la concentración a las puertas del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) estaba el señor Vicenç Millo, independentista de rancio abolengo con su "foulard" de la señera y en el paseo Lluís Companys, primera línea de fuego de los pata negra del separatismo, los que no se pierden ni un 11-S desde hace un lustro.
Empar Moliner, la tertuliana, columnista y relevo natural de Pilar Rahola que quemó un ejemplar de la Constitución española en TV3, detectó a don Vicenç entre los concentrados e inmediatamente corrió la voz en las redes sociales. El hermano de Enric Millo, el delegado del Gobierno y de la operación diálogo en Cataluña estaba en la mani en contra de los tribunales y a favor de Mas. El señor Vicenç se prestó a la entrevista y declaró que en la familia todos son independentistas y de toda la vida.
La prensa de la Generalidad aprovechó la anécdota para trufar el relato de la enésima manifa cívica, festiva y pacífica del proceso. Se reeditó el "caso Navarro", cuando la prensa catalanista exhibió la filiación independentista de padre del que fuera primer secretario del PSC Pere Navarro. Corría 2012 y el padre del dirigente socialista constaba entre los inscritos de la peña del bar para asistir a la exhibición del Onze de Setembre de aquel año.