Menú

Así es el sistema de votación que Echenique diseñó para garantizar la victoria 'pablista'

El sector oficialista diseñó un modelo que favorecía a su lista y reducía las opciones de los errejonistas de entrar en el Consejo Ciudadano.

El sector oficialista diseñó un modelo que favorecía a su lista y reducía las opciones de los errejonistas de entrar en el Consejo Ciudadano.
Pablo Echenique conversa este sábado, en el Palacio de Vistalegre, con Pablo Iglesias. | EFE

Desde hace días, Pablo Iglesias parecía convencido de que saldría victorioso este domingo de Vistalegre II. En la votación para elegir al secretario general no había ninguna duda, tenía como contrincante a un candidato desconocido (Juan Moreno Yagüe, diputado de Podemos en el Parlamento andaluz), al que nadie daba ninguna opción. En esta votación, la única duda era cuánto margen tendría el hasta ahora líder indiscutido de Podemos y cuántos votos blancos y nulos habrá. Si había un porcentaje alto de no apoyos a Iglesias, ya sea en uno u otro formato, se podría entender como un toque de atención al secretario general.

Pero la verdadera pregunta, la que planeaba sobre Vistalegre, la clave que decidiría quién es el vencedor de la Asamblea, era quién era elegido para el Consejo Ciudadano: el máximo órgano de dirección del partido, formado por 62 personas. Aquí es donde pablistas y errejonistas han medido de verdad sus fuerzas. Y la lista oficial, que salía como favorita, no ha permitido que saltara la sorpresa. De hecho, para intentar evitarlo, el sustituto de Íñigo Errejón como mano derecha del líder ideó un complejo sistema de votación que favorecía sus intereses.

¿Y cómo es este sistema de votación en el que tanto confían en el equipo de Iglesias? Pues es al mismo tiempo muy sencillo y muy complicado. Con unos mecanismos que, sutilmente, empujan al simpatizante a darle preferencia a la lista del secretario general. Ya se sabe: en los partidos españoles, en todos, los sistemas de votación son siempre muy democráticos… pero el que elige la pregunta y el modo de hacerla se asegura siempre de tener las de ganar.

En este caso en concreto, todo gira en torno a las seis votaciones que los afiliados han tenido que realizar. En primer lugar, para los documentos. Hay cuatro: el documento político, el organizativo, el ético y el de igualdad. Luego se elige a la dirección del partido, el llamado Consejo Ciudadano Estatal. Y posteriormente al secretario general de Podemos.

Por eso, la web a través de la que se articula la votación se ha dividido en seis apartados o pantallas de elección que iban apareciendo por el orden señalado en el párrafo anterior según los militantes votaban. En estas votaciones, que comenzaron el día 4 y finalizan este sábado a las ocho de la tarde, pueden participar más de 450.000 personas inscritas aunque se espera que los que voten no lleguen ni a la mitad ya que muchas personas se inscribieron en Podemos en sus inicios pero no participan en los procesos internos (el partido cree que participarán los "inscritos activos", unas 270.000 personas).

Cuando estos simpatizantes entraron en la web, primero tuvieron que votar el documento político. En la pantalla, se les indica si el programa que tienen ante sí es la propuesta de Iglesias, la de Errejón, la de los anticapitalista o la de un grupo minoritario llamado Podemos en equipo. Lo mismo sucede con las tres pantallas siguientes, en las que había que hacer lo mismo pero con los documentos organizativo, ético y de igualdad. En este último hay una opción menos ya que anticapitalistas y pablistas han llegado a un acuerdo.

El punto clave llegaba con la quinta pantalla en la que se eligen a los 62 miembros del Consejo Ciudadano Estatal, es decir, la dirección. También en Podemos, todas las corrientes hablan de lo importante que son los programas, de que las personas son lo de menos, que lo relevante está en los documentos que marcarán la dirección del partido… Y también en la formación morada, lo que todo el mundo espera es la lista de nombres elegidos. Ganará Íñigo Errejón si logra colocar a más de 31 de sus seguidores en el Consejo Ciudadano. Y ganará Iglesias si es su lista la que supera esa barrera. ¿Los documentos? Sí, todos preferirían que el suyo saliera adelante. Pero no hay más que recordar que en el último congreso en Madrid la lista de Rita Maestre (la errejonista) logró que se aprobasen todos sus documentos, pero el vencedor como secretario general fue Ramón Espinar (el pablista), que no parece que esté muy constreñido en su acción política diaria por haber perdido aquella votación. Vamos, que el que controla el órgano de dirección también impone su política y tiene las manos libres para interpretar a su manera la línea ideológica que marca el supuesto programa. Por otro lado, como en todos los partidos.

Por eso era tan importante el sistema de votación al Consejo Ciudadano. También por eso, el formato elegido se consideró la primera victoria de los pablistas.

Cuando se llega a esta pantalla, aparecen los nombres de las listas. La primera lista que aparece es la de Pablo Iglesias (con el nombre de éste, para que nadie se confunda). En el momento que se despliega la candidatura completa, se puede comenzar a votar. Y aquí es donde se esconde el truco, sutil y maquiavélico, que tiene indignados a los errejonistas. El sistema para repartir los puntos (que no han impuesto desde la dirección de forma unilateral, fue escogido por los inscritos del partido en diciembre) es el denominado "desBorda" y fue ideado por Pablo Echenique. Con él, se votan a los 62 miembros de una manera preferencial. Al primero se le da 80 puntos, al segundo 79, al tercero 78... y así sucesivamente.

Con este formato, se favorece a los candidatos oficialistas de dos formas. En primer lugar, la lista de Iglesias aparece situada por encima de la de Errejón. Es decir, cuando un inscrito en Podemos va a votar a miembros pablistas y errejonistas, primero está la del líder. Lo normal es que pinche en ésta y escoja los nombres que le gustan de la lista. Luego, visitará la de Errejón y la de los Anticapitalistas.

Hasta aquí todo parece normal… te haces una lista de los 62 a los que quieres votar, despliegas sucesivamente las tres candidaturas y vas tickando a los candidatos que más te gustan. Pero esto no es neutral. Como decimos, el sistema otorga puntos en función de las preferencias. Y las preferencias se organizan por el orden en que se haya votado. Es decir, el primer marcado gana 80 puntos, el segundo 79, el tercero 78 y así sucesivamente.

Así, imaginemos que un simpatizante de Podemos quiere votar a 31 miembros de Iglesias y 31 de Errejón, porque quiere un Consejo Ciudadano equilibrado entre los dos líderes. Lo normal es que pinche en la lista de Iglesias y escoja a los 31 primeros candidatos. Luego, vaya a la de Errejón y haga lo mismo. ¿Empate? Ni de broma. Los candidatos de Iglesias tendrán de 80 a 50 puntos, mientras los de Errejón sólo sumarán de 49 a 19. Si quiere alternar, lo que debe hacer este simpatizante es ir de una lista a otra sucesivamente: primero pincho a Iglesias, luego me voy a la lista de Errejón y escojo a éste, luego a la de Iglesias y pincho en el número 2, luego a la de Errejón y pincho a su número 2. Y así 62 veces. No parece muy probable que haya demasiados simpatizantes con el tiempo, la motivación y la energía para hacer esto.

Imaginemos otro simpatizante que quiere votar a toda la lista de Iglesias pero también quiere a Errejón y Maestre en la Ejecutiva. Despliega la primera candidatura, escoge a 60 personas y luego va a la segunda, para coger a Errejón y Maestre… a los que dará 20 y 19 puntos respectivamente, muchos menos puntos que el candidato número 25 de la lista de Iglesias, al que seguramente ni conozca. Y lo normal es que ni siquiera sea consciente de que ha dado esos puntos. Su percepción es que ha elegido a los 62 miembros del Consejo y no que ha hecho una clasificación entre ellos.

Con un solo votante puede no parecer tan importante, pero cuando comiencen a sumarse los resultados, ser el primero que se clicka o el 28º es muy relevante. El Consejo Ciudadano se elegirá por la suma de votos. Y un sistema tan complejo favorece la primera opción por defecto: no hay plancha, pero se le parece en el sentido de que el votante medio, que no conoce los detalles de todo este sistema, tiende a favorecer la lista oficial.

Las excepciones

En cualquier caso, el Consejo que salga de las urnas estará formado por los que obtengan mayor número de votos con dos excepciones: la paridad que modifica el orden de la lista y la integración de los minoritarios diseñada por Echenique. A este sector se le da dos puestos en el consejo si consiguen un 5% de los votos. Así a la segunda lista, lo más probable que sea la de Errejón, le quitarían por abajo después de quitarle por arriba. La segunda variante es que Iglesias tiene más rostros conocidos en su candidatura y el nombre también llama a la votación.

Por último, se votará al secretario general. Como explicamos, aquí Iglesias tiene asegurada la Victoria ya que su único rival es el diputado de Podemos en el parlamento andaluz, Juan Moreno Yagüe. También aquí hubo una dura pelea. Los errejonistas querían que esta pantalla apareciera antes que la del Consejo Ciudadano, para que los votantes tuvieran claro que ya habían escogido a Iglesias como líder y pudiean sentirse más libres para pinchar en las otras listas si les gustaban más.

La lucha por el control del Consejo Ciudadano ha sido muy dura. El propio Iglesias reconocía, en una entrevista en la Cadena Ser que "la gente tiene claro que hay dos modelos y que las ideas tienen que estar asociadas a personas. Disociar las personas de ideas que representan es un sinsentido". También por eso unió su continuidad a ganar la votación. Tiene todos los ases en su mano. Nadie espera ningún resultado que no sea una victoria clara de su lista. Hasta el sistema de votación le favorece. ¿Asamblea? ¿Círculos? Sí, claro… que decida el pueblo. Pero que decida a mi manera. La nueva política no es tan diferente de la vieja.

Temas

En España

    0
    comentarios