Continúan los movimientos internos en el PP de cara a sus congresos regionales, que se celebrarán antes de Semana Santa. Después de denunciar presiones ante el Comité de Derechos y Garantías, Tomás Medina presentó este miércoles 153 avales –con 90 se pasa el corte- para presentarse como precandidato a presidir el partido en Castilla-La Mancha. Medina, presidente local del municipio de Ciudad Real Puebla del Príncipe, critica la acumulación de cargos de su rival, María Dolores de Cospedal, y recientemente mantuvo una tensa conversación con Carmen Quintanilla, diputada próxima a la actual líder regional.
Sin embargo, a última hora del miércoles, el comité organizador del congreso regional invalidó la candidatura de Medina. El argumento: muchos de sus avales, más de 90, son de afiliados que no están al corriente de pago, como marcan las normas del cónclave. Incluso Medina no habría pagado la cuota. El partido le da hasta el viernes para corregir la situación o no podrá participar en las votaciones.
"No tengo nada en contra Cospedal, es una gran política, pero los afiliados castellanomanchegos se merecen a alguien que estén aquí con ellos, que no tengan que venir de Madrid", destacó por la mañana el dirigente de base, que registró sus avales en la sede regional del PP de Castilla-La Mancha en Toledo. "Es necesario un presidente a tiempo total", defendió, y denunció ante los órganos del partido el incumplimiento de los estatutos por parte de Cospedal, toda vez no presentó en persona su candidatura por estar de viaje oficial como ministra de Defensa en Líbano. Sea como fuere, sus posibilidades reales de ganar son prácticamente nulas.
Medina, que es el jefe del servicio de bomberos del ayuntamiento de Ciudad Real, reiteró que, en los últimos días, sufrió presiones de cargos próximos a Cospedal, pero que estas cesaron cuando filtró su conversación con Quintanilla. En la entrega de los avales, fue acompañado por Francisco Risueño, que saltó a la palestra por poner en un brete a Génova con su enmienda anti-Cospedal, que estuvo a punto de salir adelante en el congreso nacional, informa EFE.
Por su parte, se consumó el choque de trenes en el PP de Cantabria. Su secretaria autonómica, María José Sáenz de Buruaga, formalizó su candidatura con 1.251 avales y ofreció a Ignacio Diego que forme parte de su candidatura. Cabe recordar que la dirección nacional censuró a Diego que diera el paso de presentarse sin contar con su respaldo, y así lo hizo saber a los medios de comunicación.
Según dijo Sáenz, cuenta con el amparo del actual ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, o de la alcaldesa de Santander, Gema Igual. "No hay que llamar al miedo" por el hecho de que haya dos candidaturas "en pleno XXI", afirmó.
Mucho más tranquilas bajan las aguas en el PP del País Vasco, que tradicionalmente ha vivido cónclaves muy convulsos. Alfonso Alonso continuará en el cargo al ser el único candidato que se ha presentado, como ya avanzó este diario. El exministro formalizó su candidatura con el respaldo de 887 avales.