Mariano Rajoy tratará de atar el apoyo del PNV a las cuentas públicas en los próximos días. Cristóbal Montoro confirmó, en este sentido, que su plan es llevar los Presupuestos al Consejo de Ministros del día 31. "Hoy en día me toca hacer amigos, cosa que, por otra parte, es muy saludable", reconoció el presidente en el Senado, sin entrar en el fondo de la pregunta del portavoz peneuvista, Jokin Bildarratz. "Las negociaciones van bastante bien", aseguraron fuentes del Ejecutivo.
En este contexto, Rajoy jugó al despiste sobre la posibilidad de que vuelva a reunirse con Íñigo Urkullu, al que recibió la pasada semana en Moncloa. Según vendió el PNV, el lehendakari le informó del paso que iba a dar ETA el viernes aunque desde el PP dieron por descontado que también hablaron de los Presupuestos. "No hay ninguna reunión en una agenda pública", contestó el jefe del Ejecutivo este martes con un sonrisa. Le preguntaron entonces si el despacho será discreto, como el anterior. "O no", contestó, dejando todo en el aire.
Haya o no finalmente reunión, fuentes de la Moncloa admitieron una fructífera "negociación discreta" en la que Soraya Sáenz de Santamaría también está siendo clave. El deshielo empezó con el cambio de rostros en la delegación del Gobierno en el País Vasco, retirando recursos ante el Tribunal Constitucional y negociando algunas reclamaciones en infraestructuras y continuó con el respaldo del PP vasco a las cuentas de Urkullu o el del PNV al Gobierno en la votación de la estiba.
"No" al acercamiento de presos de ETA
Ahora, el Gobierno espera que Urkullu "cumpla" y permita sacar adelante los Presupuestos, aunque aparentemente no exista acuerdo ante la petición del PNV de acercar los presos de la banda terrorista ETA al País Vasco. En este sentido, tanto el Ejecutivo como y el partido que lo sustenta dejaron claro que se trata de una línea roja que no piensan traspasar. "Seremos la garantía de que no se pague un precio a ETA, que es importante ahora y para el futuro", zanjó Alfonso Alonso, que exigió al lehendakari que deje de ser "portavoz" de los terroristas y rectifique. "No habrá nada a cambio de nada", declaró el propio Rajoy el pasado sábado en Vitoria. Pero, incluso dentro del PP, hay voces que se mantienen en alerta ante posibles "intercambios de cromos que no entenderían nuestros votantes".
Además, el Gobierno ultima el respaldo de Coalición Canaria y Nueva Canarias a los Presupuestos y da por descontado el apoyo de Ciudadanos a pesar de la tensión de las últimas jornadas.