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Company derrota a Bauzá y Rajoy reclama "unidad" tras la batalla interna

Por tan solo cuatro votos, Sáenz de Buruaga derrota a Diego en Cantabria. Rudi se despide en Aragón, donde Beamonte asume las riendas del PP.

Por tan solo cuatro votos, Sáenz de Buruaga derrota a Diego en Cantabria. Rudi se despide en Aragón, donde Beamonte asume las riendas del PP.
Maillo, con Bauzá y Company en el congreso del PP balear. | EFE

Maratón de congresos regionales del PP. Todas las miradas estaban puestas en Baleares, donde acabó venciendo Biel Company, el candidato preferido de Génova a pesar de que su rival, José Ramón Bauzá, alertó públicamente de sus "coqueteos" con el nacionalismo. Su victoria fue clara: logró el apoyo del 71,82% de los afiliados que acudieron a las urnas imponiéndose en todos los feudos del expresidente autonómico. "Biel, José Ramón, me ha alegrado mucho el abrazo que os habéis dado porque demuestra que vais a estar a la altura de las circunstancias, que aquí no va a haber ganadores ni vencedores y va a haber un gran partido unido", declaró Fernando Martínez-Maillo, que se trasladó a Palma de Mallorca para la inauguración del cónclave.

La dirección nacional siempre apostó por Company, internamente trabajó en este sentido, aunque públicamente se cuidó de explicitarlo ante el temor de sorpresas en las votaciones. Mientras, la cúpula regional fue mucho más clara y lanzó toda una campaña para frenar a Bauzá. Finalmente, el triunfo del exconsejero fue claro en una jornada de escasa participación. Pese a las fricciones y la gran diferencia en los programas, el partido no se movilizó. De los más de 22.000 afiliados llamados a las urnas -cifra inflada como en todas las plazas populares-, participaron en las votaciones 7.394 personas. Esto es, un 32,52% de participación, menos que en 2012 y 2012. Bauzá logró el 27% de los votos.

Ahora, el PP balear tratará de recomponerse, y no será fácil. Para empezar, los afines de Bauzá denuncian que Company está tutelado por el histórico Gabriel Canellas, extremo que rechazan de plano. Y, en el congreso de este fin de semana, se tumbó una moción de Carlos Delgado por la libertad lingüística, que fue una de las banderas del otrora presidente autonómico. Pese a ello, conocidos los resultados, Mariano Rajoy fue de los primeros en reclamar "unidad" para superar la dura batalla interna. "Hemos de recuperar la unidad. Es fácil escribirlo sobre un papel o incluso decirlo aquí arriba pero no es fácil practicarlo y lo tenemos que practicar. Es lo que os pido a todos, estuvierais defendiendo una candidatura u otra", aseveró el nuevo barón regional. "Soy una persona normal, un payés hijo de payeses", sentenció.

Por cuatro votos en Cantabria

El partido también vivió con nervios las votaciones en Cantabria. Sin disimulo, la dirección nacional había respaldado la candidatura de María José Sáenz de Buruaga pero Ignacio Diego optó por volver a presentarse echando un pulso al aparato. Las votaciones fueron muy ajustadas y se vivieron momentos de tensión. La primera ganó por tan solo cuatro votos de diferencia. Esto es, el 50,22% de los apoyos frente al 49,78% de quien fuera el presidente de la región. "Era necesaria la renovación, no podíamos volver a las elecciones otra vez con Diego en los carteles. Ha costado pero era lo que tenía que ocurrir", apostillaron desde Génova.

Como en el resto de los cónclaves, tras las votaciones, se lanzaron mensajes de unidad. "Curaré las heridas", prometió Sáenz de Buruaga, tras semanas de auténtica batalla campal. "A partir de este momento no hay ni unas y otras candidaturas, solo hay un único PP con un horizonte de trabajo que se ha marcado en las ponencias aprobadas y en la presidencia elegida", proclamó. Poco después, Diego se puso a su disposición y rechazó impugnar el ajustado resultado.

La tranquilidad reinó en el resto de plazas en las que se celebraron congresos, como le gusta a Rajoy. El presidente estuvo en Cataluña arropando a Xavier García Albiol, que tiene un papel complicado toda vez Soraya Sáenz de Santamaría es la que pilota la denominada operación diálogo en la comunidad. Albiol recibió el respaldo de más del 90% de los compromisarios, casi 800 cargos del partido, que participaron en el cónclave.

Despedida de Rudi

En Aragón, el PP vivió la despedida de Luisa Fernanda Rudi, que ahora será senadora. Fue una renovación sin grandes problemas y Luis María Beamonte fue aclamado como nuevo líder regional. También hubo cambio de nombres en Navarra, donde a la formación le está costando mucho hacerse un hueco. Pablo Zalba no quería seguir al frente de la estructura y recientemente fue nombrado presidente del ICO, por lo que Génova tuvo que buscar de nuevo un recambio: Ana Beltrán, la portavoz parlamentaria, fue elegida por más del 80% de los votos emitidos. Beltrán no se olvidó de homenajear a las víctimas del terrorismo y quiso dejar claro que "la ikurriña no es nuestra bandera", informa EFE.

Todo seguirá igual en Extremadura, donde José Antonio Monago controla férreamente el partido desde 2008, cuando asumió la dirección de un PP completamente noqueado. No hubo candidato alternativo y fue elegido por casi el 100% de los votos. María Dolores de Cospedal participó en su cónclave para explicitar que cuenta con el aval de la cúpula nacional. En Ceuta tampoco hubo cambios: Juan Jesús Vivas seguirá al frente del partido.

El próximo fin de semana terminan los congresos regionales del PP. Rajoy estará en los actos de Castilla y León y la Comunidad Valenciana para apuntalar el liderazgo de Alfonso Fernández Mañueco e Isabel Bonig respectivamente. Los mayores problemas se viven en La Rioja, donde se enfrentarán en votación José Ignacio Ceniceros, actual jefe del Gobierno, y Concepción Gamarra, alcaldesa de Logroño y que cuenta con el aval de Génova. Los cónclaves concluirán con el acto del PP de Melilla, donde Juan José Imbroda continuará al frente de la estructura del partido.

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