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La crisis del PP andaluz: cuatro provincias con graves heridas internas

Juanma Moreno no consigue unir y pacificar a su partido sino más bien lo contrario. En Jaén y Sevilla hasta se podrían dar batallas judiciales.

Juanma Moreno no consigue unir y pacificar a su partido sino más bien lo contrario. En Jaén y Sevilla hasta se podrían dar batallas judiciales.
Moreno Bonilla en una imagen reciente | EFE

De las ocho provincias andaluzas, el PP de Juanma Moreno se ha fracturado en dos mitades. En una de ellas, formada por Huelva, Cádiz, Málaga y Almería, se ha logrado una paz con problemas. En las otras cuatro, Granada, Sevilla, Jaén y Córdoba, se ha precisado la intervención de la dirección nacional del PP, vía Fernando Martínez Maíllo, habiendo cuajado dos sectores enfrentados. En dos de ellas, Sevilla y Jaén, incluso podrían darse denuncias judiciales sobre las diferentes trapacerías utilizadas para eliminar a los adversarios.

En Jaén, la batalla, originada por la aplicación estricta de los Estatutos del PP nacional que impide a los presidentes provinciales ejercer cargos institucionales de nivel nacional, desalojó de la candidatura a José Enrique Fernández de Moya, alejado de Juanma Moreno. En Sevilla, la hostilidad de las candidaturas de Juan Bueno, afín a María Dolores Cospedal y Juan Ignacio Zoido, y Virginia Pérez, apoyada por el arenismo y por Juanma Moreno, ha terminado en un proceso de reelección de compromisarios denunciado, de momento, ante las instancias nacionales del PP por diferentes irregularidades.

En Jaén, el sector crítico que apoya Juanma Moreno presentará el próximo 8 de mayo una demanda civil contra el presidente del comité organizador del congreso, Javier Calvente, por las presuntas "irregularidades" del proceso para elegir candidato. Se acusa a los partidarios de Fernández de Moya de impedir la norma de un militante, un voto, de malas artes en cinco mesas electorales y no haber entregado el listado de compromisarios. Se pedirá al juez, refleja ABC, que suspenda cautelarmente el congreso del 21 de mayo.

En Sevilla, el sector que lidera Juan Bueno no ha aceptado aún los resultados del proceso electoral que dio la victoria sin recuento de votos y consideración de impugnaciones, al sector de Virginia Pérez por 24 votos. De hecho, los partidarios de Bueno denuncian la existencia de un fraude de más de 50 votos en la localidad de Dos Hermanas que, nada casualmente, dicen, rige desde una comisión gestora la propia Virginia Pérez, entre otras irregularidades.

El caso ha ascendido a los comités regional y nacional de Derechos y Garantías del PP porque en la mesa electoral instalada en la propia sede del PP de Dos Hermanas 104 personas han declarado bajo juramento que votaron a Juan Bueno. Sorprendentemente, sólo constan en acta 59 de estos votos. Esto es, han desaparecido 45 votos que podrían dar un vuelco al resultado electoral final.

De momento, la denuncia de las maniobras irregulares está en la dirección nacional del PP desde antes que se consumara el proceso electoral. Pero no se descarta acudir a los tribunales ordinarios para que se investiguen adecuadamente los presuntos fraudes electorales cometidos por el sector de Virginia Pérez.

En Córdoba, donde el candidato querido por las bases y el aparato del PP provincial, José Antonio Nieto, nada afín a Juanma Moreno, fue laminado por aplicación estricta de los Estatutos causando un grave malestar en la estructura cordobesa del PP, donde hay de hecho dos sectores enfrentados.

En Granada, ha habido gravísimos enfrentamientos entre el sector que apoyaba al exalcalde de Granada, José Torres, y el mayoritario, que apuntala a Sebastián Pérez como casi seguro presidente del PP de Granada. Sin embargo, las heridas internas han resultado ser muy profundas y difíciles de superar.

En Cádiz y Huelva, la opción ha sido la continuidad. En el primer caso, se ha producido una excepción estatutaria, no consentida ni en Jaén ni en Córdoba, para que Antonio Sanz, actual delegado del Gobierno en Andalucía, pueda seguir siendo presidente del PP de Cádiz, una opción claramente favorecida por el aparato controlado por Juanma Moreno.

En Huelva, se plantea la continuidad del actual equipo directivo, pero se es consciente de que la actual ministra de Trabajo, Fátima Báñez, no tiene opciones a presidir su partido en Huelva debido a la reforma de los Estatutos.

En Málaga, única provincia donde Juanma Moreno tiene influencia a través de su amigo y presidente de la Diputación, Elías Bendodo, se cuenta con el verso suelto del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que, desde los tiempos de Javier Arenas, ha ido siempre por libre.

En Almería, se ha apostado por la reelección de Gabriel Amat, del círculo de íntimos amigos de Javier Arenas. Sin embargo, pesa sobre el candidato la investigación judicial iniciada sobre una extensa red de empresas donde familiares y amigos han encontrado cobijo. Tal situación puede originar en el futuro importantes consecuencias si finalmente Amat, alcalde además de la localidad Roquetas de Mar y presidente de la Diputación, fuese oficialmente imputado.

Durante el mes de mayo tendrán lugar los procesos congresuales en las diferentes provincias. El objetivo de Juanma Moreno es lograr equipos provinciales coordinados para aprovechar la crisis socialista y la marcha, si es que se produce, de Susana Díaz a dirigir Ferraz. Por el momento, más bien parece que el PP andaluz se ha cuarteado y que parece muy difícil que Moreno logre controlar los aparatos provinciales, decisivos en el funcionamiento del partido.

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