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Ayuntamiento de Barcelona, Generalidad y Sanidad patrocinan una campaña "por una menstruación feminista"

La federación catalana de centros juveniles lanza "Nuestras reglas", una "reivindicación de la educación menstrual y el saber colectivo del cuerpo".

La federación catalana de centros juveniles lanza "Nuestras reglas", una "reivindicación de la educación menstrual y el saber colectivo del cuerpo".
Una de las imágenes de la campaña | Casals de Joves de Catalunya

El proceso separatista no sólo supone la "liberación nacional" de Cataluña para miles de jóvenes, sino que es la oportunidad para llevar a cabo una revolución sexual contra los corsés del "modelo heteropatriarcal". Fue la CUP la formación que introdujo en el debate político catalán expedientes como el del "monopolio" de los tampones frente a otros productos reutilizables, como las copas menstruales, o naturales, como las esponjas marinas.

El testigo lo acaba de recoger la Federació Casals de Joves, entidad que coordina las actividades de las organizaciones juveniles de Cataluña que dependen del sustento financiero del Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona, la Generalidad y el Ministerio de Sanidad.

Dicha federación ha organizado una campaña llamada "Nuestras reglas" en la que propone una "menstruación feminista, ecológica y popular" y acusa a la "sociedad heteropatriarcal" de haber convertido la regla en una "vergüenza social". Según un manifiesto elaborado por el grupo, "el menosprecio hacia la regla acaba siendo un menosprecio hacia los cuerpos que menstrúan".

Los jóvenes de la Federació, que forma parte de todos los organismos administrativos relativos al área de juventud, se proponen "recuperar el control de nuestros cuerpos" y reivindican "la educación menstrual, el saber colectivo y popular acerca de nuestro cuerpo, de la menstruación y del ciclo".

Oda a la menstruación

El objetivo es "reconectar con los genitales" y eliminar los elementos retóricos negativos del proceso biológico porque "la menstruación también puede ser vista como un espacio de salud, de placer, de vivencias y experiencias".

"Es nuestro entorno, el sistema productivo, quien nos daña porque si nos dejaran menstruar sin presión no sería bueno ni para la economía ni para el patriarcado", añade el texto. Según la Federació, "las formas de recogida del sangrado son agresivas y tóxicas para nuestros cuerpos e insostenibles ecológicamente; los precios son abusivos y de lujo para una necesidad básica".

Por un "sangrado libre"

Dadas las circunstancias, el manifiesto apuesta por "visibilizar las alternativas" y rehusar todos aquellos productos con "efectos secundarios". La propuesta va un paso más allá que la planteada por la CUP de cambiar tampones y compresas por copas menstruales y esponjas marinas.

La influencia del "discurso" de género de los antisistema ha calado hasta el punto de que la Federació del Casals de Joves se declara partidaria del "sangrado libre y la ropa absorbente".

La revuelta de la regla se suma a otros debates y propuestas de la CUP, como la autorización del "cruising" en Tarragona, las manifestaciones sexuales lésbicas ante imágenes religiosas o el fomento de la organización tribal en detrimento de la familia.

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