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Génova se revuelve contra Sánchez por "tratar de coquetear" con independentistas

Rajoy estará este jueves en Cataluña. Santamaría avisa a Puigdemont de que "en estos meses tendrá una respuesta por parte del Gobierno".  

Rajoy estará este jueves en Cataluña. Santamaría avisa a Puigdemont de que "en estos meses tendrá una respuesta por parte del Gobierno".  
Rajoy y Cospedal, con las tropas españolas en Estonia. | Moncloa.

En el Partido Popular siguen sin fiarse de Pedro Sánchez, a pesar del canal de comunicación abierto con Mariano Rajoy para abordar la crisis catalana. "Creo que distraer a última hora, tratando de coquetear con cierto sector independentista, hablando de nación de naciones, incluso hablando de una reforma constitucional, no ayuda en nada", censuró Fernando Martínez-Maillo, el coordinador general de la formación y mano derecha del presidente. En Moncloa opinan lo mismo, aunque modulan sus críticas y prefieren quedarse con la coincidencia de que el referéndum previsto para el 1 de octubre en Cataluña es ilegal y, en consecuencia, no puede celebrarse.

Para la dirección nacional del PP, el órdago planteado por Carles Puigdemont es de tal envergadura que Sánchez debería dejar los "enredos". Esto es, planteando una reforma de la Constitución que "ni contenta al independentismo ni ayuda a solucionar el problema" e incluyendo matices a su respaldo al Gobierno para frenar los planes del Ejecutivo regional. "No conviene confundir, porque lo que está encima de la mesa es la voladura de la Constitución", avisó Maillo, que recordó en TVE que los votos del PP "son imprescindibles para modificar la Carta Magna" y, en estos momentos, el presidente no quiere ni oír hablar de ello.

Sea como fuere, en el Gobierno se reiteró que Rajoy buscará el respaldo del PSOE y Ciudadanos para dar una respuesta sin estridencias, que pasará por el Tribunal Constitucional, ante la amenaza separatista. "El Gobierno aplicará todas las posibilidades que tiene para que esa ilegalidad no se produzca. Es nuestra obligación y nuestro deber", subrayó Íñigo Méndez de Vigo, el ministro portavoz. Maillo se pronunció en términos parecidos: "Cuando hay una ilegalidad, el estado de derecho y las instituciones democráticas tienen que actuar con firmeza, pero desde la moderación. Eso no significa que no seas firme", aseveró. Ni uno ni otro aclaró que medidas ha sopesado el Ejecutivo contra Puigdemont.

Tampoco lo hizo Soraya Sáenz de Santamaría que, confirmada la dimisión del director de los Mossos, atendió a los medios de comunicación y capitaneó una vez más la respuesta del Gobierno central. La vicepresidenta se dirigió directamente al presidente catalán y su número dos, Oriol Junqueras: "Si optan por despeñarse, por no asumir el fracaso de lo que están planteando, por tensionar a la sociedad catalana, en estos meses tendrán una respuesta por parte del Gobierno y de las instituciones del Estado", aseguró. Y añadió: "Si en esa dinámica de estar encerrados en sí mismos se elige a los que pueden ser más radicales o más fanáticos a la hora de llegar hasta el 1 de octubre, ¿qué referéndum quieren hacer y a dónde quieren llevar al pueblo de Cataluña?".

Quien esquivó la cuestión catalana fue Mariano Rajoy, en Tallín (Estonia) donde visitó a los militares desplegados en este país en operaciones de la OTAN en respuesta a Rusia en el flanco Este de Europa. La misión española, declaró, es un "éxito" y "contribuye a una Europa y una España cada vez más segura", afirmó, tal y como recoge la agencia EFE. En Moncloa no querían un mensaje sobre los independentistas con el presidente rodeado de soldados, si bien María Dolores de Cospedal, también presente en el acto, ha recordado en varias ocasiones que la principal obligación de las fuerzas armadas es salvaguardar la unidad nacional.

Fuentes del Ejecutivo anunciaron que el presidente estará este jueves en Cataluña, inaugurando el Parador Nacional de Lérida, aunque no coincidirá con Puigdemont.

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