Una carta que se ha publicado en El Mundo y que Boadella también ha querido comentar en Es la Tarde de Dieter, el programa de esRadio en el que ha explicado que a él no le cabe duda de que "Rajoy es un hombre de suerte, pero en el caso de Cataluña tiene que tomar una decisión ya".
El creador de El Joglars se ha mostrado convencido de que "Cataluña ha llegado donde ha llegado por la actuación de sus dirigentes, por la educación y por los medios de comunicación, pero también porque se le ha permitido", ha dicho, en referencia a la falta de reacción de los sucesivos gobiernos de España.
Eso sí, esto ha tenido una parte buena: "Este tancredismo ha servido para ver hasta que punto de degradación moral e intelectual ha llegado esta gente –ha dicho en referencia a los líderes independentistas–, yo no sería capaz de inventarme una farsa así", ha asegurado.
Boadella ha explicado también que si tuviese la oportunidad "le preguntaría al presidente si va a dejar pasar el 1-O tranquilamente" y ha pedido que el Gobierno explique al menos parte de su estrategia: "Si me dice que no se va a incumplir la ley está bien, pero tiene que contar la mecánica con la que piensa cortar la oportunidad de que en mi pueblo o los que tengo alrededor se vote tranquilamente".
Sin embargo, en el fondo Boadella se ha mostrado razonablemente tranquilo: "Yo creo que el 1 de octubre no va a pasar nada, la mayor parte de los ciudadanos en España y en Europa no está para actitudes violentas y revolucionarias, hoy la gente tiene mucho que perder". En su opinión a estas alturas sólo "pequeños grupúsculos" están dispuestos a participar de un proceso tan radical, y para la mayoría lo único que quedará es ir a manifestaciones más o menos masivas: "Que hagan las manifestaciones que quieran, pero al día siguiente tendrán que ir a trabajar".
Boadella ha explicado también que hay "una parte de la sociedad civil catalana que no está de acuerdo pero que no se atreve a manifestarlo" y que esto hay que entenderlo: "Los españoles tienen que ponerse en la piel de los catalanes que han recibido un bombardeo inimaginable fuera de allí y que ahora saben que si discrepan serán tachados de traidores".
Para poder ayudar a este sector Boadella cree que es "imprescindible" que el Estado, que "prácticamente no ha existido en Cataluña" desde la Transición, ahora "se haga presente, en detalles –como la profusión de banderas independentistas en balcones de los ayuntamientos y en terrenos municipales– y en cosas importantes".