Se han impuesto los duros.Tras una reunión en el palacio de la Generalidad con el ejecutivo en la sombra que rige los destinos de Cataluña, la proclamación de la república se ha impuesto a la convocatoria de elecciones. Se trata de un acuerdo "frágil", según la emisora de La Vanguardia.
El ejecutivo en la sombra está formado por los consejeros de la Generalidad más Artur Mas, David Madí, el empresario Oriol Soler, el exconsejero de ERC Francesc Vendrell y Marta Rovira. Jordi Cuixart y Jordi Sànchez también participaban en la reuniones del directorio.
En el seno del Govern se había detectado una cierta contestación a la denominada vía unilateral, pero esas voces han sido acalladas. Al menos de momento. El directorio golpista manejaba tres supuestos: la proclamación de independencia, la independencia seguida de elecciones "constituyentes" y una convocatoria electoral sin haber "desconectado" formalmente del Estado.
Ha quedado descartada la última y aún se debate si la proclamación de independencia debe ser la antesala a unas elecciones constituyentes. Se activan los resortes insurreccionales para resistir a la aplicación del artículo 155. En el grupo parlamentario que sustenta al gobierno catalán, Junts pel Sí, además de ERC y el PDeCAT hay diputados "independientes" de las cuotas de la ANC y Òmnium. La declaración de independencia también se impone por poco. Incluso Marta Pascal, la dirigente del PDeCAT que en teoría abandera a los "moderados" se ha referido a los resultados del referéndum ilegal como fuente de legitimidad de la república.
Así, se prefigura un complejo escenario con movilizaciones en la calle y una administración total y radicalmente insubordinada.