Todo ocurrió en Balsarenys, una localidad gobernada por la CUP de la provincia de Barcelona. Unos energúmenos trataron de quemar la bandera de España que una familia tenía colgada en su balcón y provocaron destrozos. Tuvieron que acudir los bomberos, una ambulancia y patrullas de los Mossos. Así lo denunció Xavier García Albiol en un acto de precampaña junto a Mariano Rajoy, que mostró públicamente su indignación.
Balsarenys es una localidad de poco más de 3.000 habitantes y, según fuentes del PP catalán, allí y en otros pequeños municipios "ser español y mostrar tu bandera con orgullo en tu balcón" puede acarrearte problemas. Tanto Rajoy como Albiol hablaron telefónicamente con la dueña del inmueble, Cristina Arias, que les explicó que el pequeño de sus tres hijos, de tan solo dos años, ya dormía en su habitación cuando se produjo el ataque.
"Siempre hay bárbaros y le ha tocado a ella", lamentó el jefe del Ejecutivo, que le ofreció la ayuda de la Delegación del Gobierno. Dijo desconocer si denunciaría los hechos ante los Mossos. "La he visto entera y con fortaleza interior", resumió en una breve declaración ante los medios de comunicación en Mataró.
Pese a este suceso, el PP quiso mostrar una imagen de normalidad y tranquilidad con el paseo de precampaña del presidente por las calles de Castelldefels.