El Ejecutivo sigue con atención los pasos que se dan en el Parlamento de Cataluña, preparado para acudir al Tribunal Constitucional en caso de ilegalidad. A partir de ahí, fuentes de la Moncloa confirmaron que no se recurrirá la delegación de voto en la sesión constitutiva de los tres diputados que están prisión. Esto es, de Oriol Junqueras, Joaquim Forn y Jordi Sánchez.
"El Gobierno no es partidario de recurrir la delegación de voto de los presos, sobre todo si la basan en el auto del juez Llarena que lo señalaba como una posibilidad", sostuvieron las fuentes consultadas.
Mariano Rajoy sí habría acudido al Alto Tribunal en caso de que intentaran dicha opción aquellos dirigentes, encabezados por Carles Puigdemont, fugados a Bélgica. "Estaremos atentos a la manera en la que el nuevo presidente de la Cámara anuncie la candidatura de Puigdemont para actuar en consecuencia", destacaron en la Moncloa.
Para el Gobierno, la candidatura del que fuera presidente catalán es una pantomima. "Todo el mundo, incluidos los suyos, saben que Puigdemont no será president y solo mantienen su candidatura con afán propagandístico", según Moncloa. Y añadieron las fuentes consultadas: "El tiempo corre en su contra. El 31 de enero empiezan a correr los dos meses de plazo para evitar repetir elecciones".
Rajoy, en una charla informal con periodistas, ya dijo que está en contacto con PSOE y Ciudadanos para mantener la unidad de acción frente a los independentistas.