La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha sido entrevistada este lunes por la mañana por Federico Jiménez Losantos en una de sus primeras apariciones en los medios de comunicación desde que el pasado jueves tomara posesión de su cargo. Como no podía ser de otro modo, la situación provocada por el golpe separatista de Cataluña y la necesidad o no de modificar la Constitución española han sido dos de los puntos que han centrado la misma.
"Lo que ha pasado en Cataluña es una de las páginas más negras de la democracia. Puigdemont está huido, cambiando consejeros y manteniendo un pulso con el Estado. Y el punto fundamental del desafío fueron el 6 y 7 de septiembre. Se utilizó el Parlamento catalán para cargarse el ordenamiento jurídico", ha asegurado la ministra, que también ha recordado que todo empezó con Artur Mas y la primera consulta rupturista del 9-N.
"La fuga de Puigdemont y el hecho de que dé instrucciones desde Berlín es una página negra. Es lamentable que se pueda pasear tranquilamente por Europa y se permita el lujo que quitar y poner consejeros. Hay que ver qué resortes democráticos han fallado. Algo no se está haciendo bien. Vamos a ver qué ocurre", ha insistido, pidiendo tiempo para conocer qué se pudo hacer mal desde el CNI, que tras siete años en Presidencia ha vuelto a pasar a manos de Defensa.
"Hay que mirar al presente y al futuro. Estamos en un momento complicado,vamos a ver cómo lo abordamos", ha añadido, tras lo cual ha afirmado que el magistrado de la Audiencia Nacional Pablo Llarena "tiene la instrucción muy adelantada" y "ha hecho un gran trabajo". Precisamente, sobre el discurrir de la causa legal del golpe separatista, se ha mostrado segura de que no habrá interferencias políticas.
"Yo conozco a los magistrados de la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Es imposible que haya algún tipo de injerencia de tipo político. Tienen una gran trayectoria y no tienen aspiraciones políticas. Todo el mundo puede estar tranquilo. Actúan con profesionalidad y rigor. Luego el derecho es opinable", ha dicho la ministra.
A preguntas de Federico Jiménez Losantos, ha confesado llevarse muy bien con Meritxel Batet, nueva ministra de Política Territorial, y ha destacado que pese a las virtudes de la Constitución, ésta tiene que "actualizarse". Eso sí, ha asegurado que "cualquier modificación de la Constitución tiene que partir de un principio fundamental: el consenso. El consenso máximo. No es posible hacer una reforma de la Constitución sin ese consenso máximo".
La ministra ha evitado responder algunas de las preguntas que se le han hecho. Por ejemplo, no ha aclarado cuál será el futuro de la actual dirección del CNI, que se encuentra en manos del general retirado Félix Sanz Roldán, nombrado para el puesto en el año 2009 por el Gobierno Zapatero y que se mantuvo en el mismo durante el periodo del Gobierno Rajoy. O si el coronel en la reserva Pedro Baños, defensor de Putin, tendrá despacho en el Palacio de La Moncloa como director del Departamento de Seguridad Nacional.