'Welcome refugees': los rumanos se vuelcan con los ucranianos
Marcel Gascón Barberá (Siret, Rumanía)
Minutos antes del brutal atropello, las calles de Niza permanecían repletas de personas admirando los fuegos artificiales del 14 de julio.
Una vista lejana de la cabina del camión que acabó con la vida de 84 personas.
Varios agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad franceses analizan el interior del camión.
Las víctimas y los cadáveres permanecían sobre el suelo a la espera de ayuda.
Varios helicópteros acudieron a la zona para evacuar rápidamente a las víctimas del atropello mortal.
Momentos después del atropello el personal sanitario acudía a la zona para evacuar a los heridos.
Muchos de los ciudadanos que disfrutaban del festejo del 14 de julio no daban crédito a lo sucedido en Niza.
Poco después de producirse el terrible atentado el ejército y los cuerpos antiterroristas de la policía acudían a la zona.
A primera hora de la mañana se podía apreciar el parabrisas del camión repleto de agujeros de bala.
Agentes de la Policía registran minuciosamente la cabina del camión que se lanzó este jueves por la noche contra una multitud en Niza
Un hombre abrigado con una manta permanece estático en la calle donde se atropelló a decenas de personas en Niza.