Los aterrizajes más escalofriantes
El pasado mes de octubre, una cámara captó los apuros de un avión para aterrizar en Madeira por el viento. Pero las condiciones climatológicas no son el único motivo para que un aterrizaje se convierta en una experiencia con mucha adrenalina. También están las turbulencias, la cercanía del mar, las montañas a pocos metros...
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Madeira (Portugal)
El pasado 20 de octubre, un videoaficionado captó el aterrizaje de este avión de TUI, que a punto estuvo de no lograr posarse en la pista por el viento.
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Bilbao (España)
El viento también es el responsable de que muchos de los aterrizajes en el aeropuerto de Bilbao sean de infarto.
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Courchevel (Francia)
En el aeropuerto de Courchevel, en los Alpes franceses, el problema no es el viento sino la cercanía de las montañas, que obliga a que su pista sea extremadamente corta, de sólo 525 metros. Además, tiene una inclinación de un 18%.
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Princess Juliana, San Martin
En el caso de este aeropuerto, la peligrosidad proviene de la extrema cercanía al mar. Internet está lleno de imágenes de espectaculares aterrizajes, con el avión prácticamente rozando a los bañistas.
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Aeropuerto de Skiathos (Grecia)
Una isla griega sufre un problema similar: en Skiathos, la pista está muy cerca de una pequeña playa, lo que deja imágenes como éstas.
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Wellington (Nueva Zelanda)
La cercanía de las montañas y las fuertes corrientes de aire que se concentran en las proximidades dificultan las maniobras de aterrizaje de este aeropuerto neozelandés.
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Aeropuerto de Narsarsuaq (Groenlandia)
Las maniobras nocturnas están prohibidas en este aeropuerto de alto riesgo por las adversas condiciones climatológicas. El avión sobrevuela un glaciar y las turbulencias son muy fuertes.
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Aeropuerto de Toncontín (Honduras)
La peligrosidad viene determinada por la cercanía de zonas habitadas y las montañas al final de la pista, que fue finalmente ampliada tras varios accidentes.
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Pista Matekane (Leshoto)
Esta cortísima pista, de sólo 400 metros, termina en un acantilado de 600 metros de altura. Es sólo apta para pequeñas aeronaves.
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Aeropuerto de Paro (Bután)
Está rodeado de montañas de más de 6.000 metros, lo que lo convierte en uno de los aeropuertos más peligrosos del mundo.
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Aeropuerto de Saba (Antillas holandesas)
También mide unos 400 metros la pista del aeropuerto Juancho E. Yrausquin, en Saba. Está rodeada de acantilados, lo que obliga a los pilotos a mostrar una especial pericia.
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Aeropuerto de la isla de Ross (Antártida)
Sólo funciona en el frío verano de la Antártida y tiene que ser excavada sobre el hielo cada año. El principal peligro es que la nave quede atrapada por la nieve.
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Aeropuerto de Lukla (Nepal)
Aparece en lo más alto de los aeropuertos peligrosos. El motivo, el tiempo y la cercanía de los Himalaya, que hace que la maniobra de aproximación sea especialmente complicada.
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