Menú

La increíble transformación de una antigua cementera de barcelona en vivienda

Tal y como explica Idealista, en 1973 el arquitecto Ricardo Bofill transformó una antigua fábrica de cemento industrial que databa de principios de siglo en su propio estudio y residencia privada. Y este fue el fascinante resultado.

1 / 24

La construcción formaba parte de un complejo industrial conformado por más de 30 silos, además de galerías subterráneas y enormes salas de máquina.

2 / 24

Lla fábrica", que es como se conoce en Barcelona a la construcción, está rodeada de exuberantes jardines y tiene unas excelentes vistas a la ciudad.

3 / 24

La fábrica de cemento, ubicada a las afueras de Barcelona, tenía una superficie total de 3.100 m2, y en 1973 estaba ya en desuso. Bofill cayó rendido ante el edificio.

4 / 24

Pero su interior resulta mucho más refinado y lujoso de lo que podría parecer. El lugar cuenta con amplias oficinas y espacios abiertos para la zona del estudio, salas de reuniones y la residencia privada del prestigioso y conocido arquitecto Ricardo Bofill.

5 / 24

Una de las salas -de gran altura- de la residencia privada del arquitecto.

6 / 24

Bofill vio en la antigua cementera la ocasión ideal para desarrollar su estilo postmodernista, con amplios espacios y gran variedad de objetos y recursos reutilizados con gran sentido estético.

7 / 24

Las columnas con cañerías al descubierto y el ladrillo visto de las paredes se llevan a la perfección con los elementos más vanguardistas y "limpios".

8 / 24

Todo tiene, sin embargo, esa intención pública y abierta que caracteriza las obras de Bofill. Las instalaciones tienen desde oficinas, un taller de maquetas, a salas de archivos, una biblioteca, una sala de proyección y un espacio de enormes dimensiones llamado "la catedral" donde celebrar todo tipo de actividades culturales.

9 / 24

El interior, además, armoniza la presencia de plantas y elementos vegetales con los más modernos accesorios.

10 / 24

Otra de las estancias de la antigua cementera.

11 / 24

La residencia privada de Bofill cuenta con más de 500 metros cuadrados de superficie.

12 / 24

La casa está rodeada de grandes jardines. Bofill quiso dejar espacio desde el principio para un jardín de eucaliptos, olivos, cipreses y palmeras.

13 / 24

Otro ejemplo de la reutilización de espacios abandonados para crear un entorno nuevo y de diseño.

14 / 24

Vista aérea de la factoría, insertada en el espacio urbano de Barcelona.

15 / 24

La casa tiene un gimnasio e incluso jacuzzi, con una amplia superficie acristalada.

16 / 24

Otra vista de los jardines de la apodada "la fábrica".

17 / 24

Los silos han sido remodelados para albergar oficinas donde trabaja el equipo del arquitecto.

18 / 24

Una sala de reunión y trabajo en una edificación industrial. Fue necesario renovar materiales y estilo, pero el diseño esencial está ahí.

19 / 24

Una habitación convertida en estudio de arquitectura y oficina de trabajo para un equipo completo de personas.

20 / 24

Uno de los baños, en la misma estancia que el dormitorio.

21 / 24

Una de las habitaciones más acogedoras de la Fábrica.

22 / 24

Una visión del "antes" de la llegada de Bofill.

23 / 24

De noche y con iluminación, el estudio resulta aún más acogedor.

24 / 24

El entorno industrial transformado en vivienda privada y de lujo, donde ni siquiera falta un piano.

Temas

Recomendamos

0
comentarios