Chabolas en la M-30
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Descampado
Entre Carabanchel y Arganzuela se extiende un inmenso descampado que, esta vez sí, parte en dos a la ciudad.
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Retrete
El retrete del asentamiento, sin puertas y orientado para que todos los vecinos, de un lado y del otro del Manzanares, puedan ver a sus ocupantes.
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Chabola tubular
Una de las chabolas luce una curiosa entrada. Los dueños han aprovechado un tubo de hormigón para vivir en él, el chamizo es la "sala de estar".
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Chabola
Todo se aprovecha para construir una chabola. Materiales de construcción, señales de tráfico, cortinas, uralita...
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Vecinos a la fuerza
Un edificio de viviendas de Usera frente al asentamiento del descampado de la M-30.
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Cocina
Sartenes, parrilla, agua y unos bloques de hormigón constituyen el magro patrimonio de esta improvisada cocina junto a un respiradero del túnel de la M-30.
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Carrito
Un carrito, compañero inseparable de los indigentes, sirve aquí para trasegar con cosas de un lado a otro.
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Graffitis
Los grafiteros se han empleado a fondo con todo lo pintable en el descampado.
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Basura
Esta es la ribera del Manzanares a día de hoy. La autopista no tenía tanta basura.
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Retrete
El retrete y, al fondo, un área infantil de juegos en lo que queda del antiguo parque de La Arganzuela.
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Pareja
Las solitarias chabolas se disponen una enfrente de la otra.
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Tuberías
Tuberrías de hormigón apiladas junto a una de las chabolas.
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