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Desmontando las teorías del 11-S

Ante la avalancha de teorías de los llamados truthers que buscarían probar que el 11-S no fue lo que realmente fue: un atentado del terrorista islamista, la revista de ciencia e ingeniería Popular Mechanics recopiló todos sus argumentos y los rebatió uno por uno, con la ayuda de más de 300 especialistas. El resultado de sus pesquisas, publicado en 2005, puede consultarse en el libro Debunking 9/11 Myths. Esta es una pequeña selección de dichas refutaciones.

Los aviones de las Torres Gemelas
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Los aviones de las Torres Gemelas

Pese a que nadie duda de que fueron aviones lo que se estrelló contra las Torres Gemelas, muchos afirman que no eran de pasajeros sino militares, llegando a decir que no estaban tripulados, y comentan la ausencia de ventanas en los mismos, cosa que no es cierta, como puede verse en la foto.

Los aviones de las Torres Gemelas
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Los aviones de las Torres Gemelas

Otras supuestas incongruencias de la realidad del 11-S sería el hecho de que las Fuerzas Aéras no interceptaran y echaran abajo los vuelos. Sin embargo, antes de los atentados no existía ningún programa previsto que previera esta eventualidad: debían ser los responsables del control aéreo los que informaran a los militares, cosa que hicieron en tres ocasiones, equivocándose en dos de ellas. La única vez que se interceptó un vuelo en el aire llevó una hora y 22 minutos al F-16 alcanzarlo. Era el avión privado del golfista Payne Stewart, y todos sus ocupantes habían muerto por una despresurización.

Las Torres Gemelas
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Las Torres Gemelas

Aunque se admita que hubo aviones estrellándose contra las torres, que éstas colapsaran debido al choque es quizá la objeción más habitual. La primera afirmación, completamente cierta, es que el combustible de los aviones no era suficiente para que el acero que formaba la estructura de los rascacielos se fundiera. Sin embargo, no hacía falta tanto: bastaba con que perdiera parte de su resistencia, para lo cual es necesaria mucha menor temperatura, siendo suficiente la provocada al quemarse el combustible de los aviones. Además, no fue lo único que se quemó, pues el incendio inicial provocó otros que fueron los que, de hecho, terminaron por hacer colapsar las torres.

Las Torres Gemelas
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Las Torres Gemelas

Otro argumento se basa en una declaración de Van Romero, un experto en explosivos, quien aseguró a un diario que las torres se habían derrumbado por una serie de explosiones controladas. Más tarde exigió una rectificación al periódico, asegurando que lo que había dicho es que parecía como si hubiera ocurrido así. Pero al margen de su opinión, lo cierto es que parece un derrumbe controlado. Esto es así porque tanto en un caso como en otro se produjo un proceso similar: al no resistir la estructura, un piso se hundió sobre otro, expulsando al exterior aire y polvo de cemento (como puede verse en esta foto tomada mientras se derrumbaba la torre norte). El proceso continúa en cadena, con cada piso siendo incapaz de aguantar el impacto del colapso de los anteriores. Da igual que el proceso fuera iniciado por un explosivo o por el efecto del incendio sobre el acero: el efecto es el mismo.

El edificio 7 del WTC
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El edificio 7 del WTC

Posiblemente el suceso que más sigue sorprendiendo a día de hoy sea que el edificio 7 del WTC se derrumbara. No recibió el impacto de ningún avión, no parecía en muchas fotos demasiado dañado y hasta el momento no había sucedido nunca que un edificio de estructura de acero se derrumbara sólo por los efectos de un incendio. Sin embargo, la investigación del National Institute of Standards and Technology (NIST) publicada en 2008 explica que debido al incendio incontrolado de más de siete horas de duración una de las vigas del suelo de la planta 13 se separó de la columna provocando que se hundiera la planta completa y a partir de ahí el resto del edificio. Si no hubiera fallado el sistema de los rociadores de agua quizá no se hubiera derrumbado.

El edificio 7 del WTC
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El edificio 7 del WTC

La teoría alternativa, al igual que argumenta respecto a las Torres Gemelas, se centra en una demolición controlada. Sin embargo, aparte de considerarla una hipótesis innecesaria para explicar lo ocurrido, el NIST explica que explosiones de este tipo habrían producido un ruido de 130 a 140 decibelios a media milla de distancia, y ningún testigo las escuchó ni se oyen en ninguna grabación.

Pentágono
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Pentágono

La principal teoría sobre lo ocurrido en el Pentágono es que lo que chocó no fue un avión sino un misil. Una de las pruebas sería que el boquete dejado por el impacto era demasiado pequeño para un avión. Pero en un choque así, el aeroplano no entra en el edificio dejando su silueta como si se tratara de un dibujo animado. Una de las alas chocó contra el suelo y la otra se plegó al impactar contra las columnas del Pentágono.

Pentágono
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Pentágono

También el hecho de que algunas ventanas muy cercanas al impacto (como las de la izquierda de la fotografía) sobrevivieran intactas se puso como prueba de que el objeto era más pequeño que un avión comercial. Pero es que las ventanas del Pentágono estaban hechas para resistir huracanes.

Pentágono
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Pentágono

Otra supuesta prueba es que no hubo restos del avión fuera del Pentágono, de modo que no pudo ser un avión. Allyn E. Kilsheimer, experto en explosiones que ayudó a coordinar la respuesta de emergencia al ataque, recuerda que además de restos del avión "Tuve entre mis manos partes del uniforme de la tripulación, incluyendo partes del cuerpo, ¿ok?". Al margen de que si hubo algunos restos fuera del edificio, como puede verse en la imagen,

Vuelo 93
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Vuelo 93

El principal argumento contra los hechos del 11-S en lo referido a la primera victoria de Occidente sobre el terrorismo islamista, es decir, al Vuelo 93, consiste en argumentar que fue derribado por un caza. Testigos afirman haber visto un avión en las cercanías. Y es que lo hubo: un jet privado que iba a aterrizar en las cercanías y al que se pidió que se acercara al lugar del impacto para informar de lo que se vio.

Vuelo 93
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Vuelo 93

La otra prueba sería que algunos restos se encontraron lejos del cráter, lo que indicaría que fue destruido en pleno vuelo y en el lugar del impacto sólo llegó una parte del avión. Algún resto grande se encontró como a 500 metros en la dirección en la que iba el avión, lo cual no es extraño según los expertos en catástrofes aéreas. Por otro lado, en un lago cercano llegaron pequeños restos como papel o fragmentos muy pequeños de metal, pero ni el lago está demasiado lejos ni estaba en contra de la dirección del viento, como afirman los truthers, que precisamente soplaba hacia allí.

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